Lou se nos ha ido un «Sunday Morning», dejándonos como último trabajo discográfico el infumable «Lulu» junto a Metallica. Quién sabe si todavía le quedaba alguna genialidad que regalar al mundo, probablemente no, pero el vacío se ha notado, y mucho.
De esta figura descomunal que cambió la cara del pop a base de cruda realidad se sabe casi todo. Pero aquí tenéis algunos aspectos curiosos de su vida que quizá no sepas, y que serían más o menos determinantes para el futuro de su arte. Sí, son 9 y no 10, qué pasa…
- En 1956 fue sometido a tratamiento de electroshock para curar su bisexualidad, por petición de sus padres. Más tarde reflejaría este episodio en la canción “Kill your sons”.
- En realidad su nombre es Lewis, no Louis, como empezó a llamársele tras una broma del periodista musical Lester Bangs.
- Su gran mentor literario fue el poeta Delmore Schwartz, que odiaba el rock y era bastante borrachín.
- Los primeros 25 dólares que ganó con la música fueron componiendo canciones para el sello Pickwick, donde conoció a John Cale.
- Se llevaba muy mal con Iggy Pop, a quien consideraba un paleto. El Stooge le hizo un favor al enrollarse con Nico (quien le enseñó a hacer el cunnilingus, por cierto), apartándola de la Velvet Underground tal como Reed ansiaba (a ella la soportaba aún menos, incluirla en la banda fue cosa de Warhol).
- Con Bowie también tuvo sus más y sus menos. En 1979, le montó una memorable escena en un restaurante por sugerirle que trabajase más el aspecto vocal. Ocho años más tarde, también durante una cena en público, le pidió al Duque Blanco que le produjese su siguiente álbum. La respuesta fue “de acuerdo, pero tienes que dejar el alcohol”. Lou contestó con un bofetón.
- Tras disolver Velvet Underground, se pasó casi todo el año de 1970 trabajando en la empresa de contabilidad de su padre. Su regreso en solitario en «Transformer» contó con la ayuda de dos miembros de Yes, Rick Wakeman y Steve Howe.
- Según cuenta la leyenda, muchas de sus entrevistas telefónicas las hacía uno de sus “roadies”. A él no solía apetecerle.
- Los medios le “mataron” en 2001 al dar por válidas unas informaciones (obviamente falsas) de que había fallecido por una sobredosis de Demerol.