VIEUX FARKA TOURÉ e IDAN RAICHEL: «La cultura que amamos carece de fronteras»

por

Vieux Farka Touré e Idan Raichel son dos músicos de contrastada calidad expuestos, desde hace tiempo, en la línea avanzada de la música popular de sus respectivos países, Mali e Israel. Sus carreras separadas buscaron un encuentro accidental en el transcurso de una improvisada sesión de grabación en 2010, y su proyecto de conciliación cultural, The Touré-Raichel Collective, ha quedado registrado en un disco, «The Tel Aviv Sessions», al que ya no hay reparo en reconocerle una posición privilegiada en el listado de mejores discos de músicas del mundo publicados en 2012.

«La primera impresión que tuve cuando conocí a Idan fue la de estar ante alguien con la cabeza repleta de sueños imposibles», reconoce Vieux Farka Touré. «Me sorprendió, no obstante, su seguridad. Más tarde. cuando finalmente tocamos juntos, tuve la certeza de que tenía un talento desbordante. Y lo que es aún mejor: un corazón enorme».

Y es completamente cierto: Vieux Farka Touré, que aún no ha cumplido los treinta años de edad pero es considerado un digno albacea de los hallazgos de su progenitor, Ali Farka Touré, es el propietario de la capitalidad artística de estas sesiones gracias a la generosidad de Idan Raichel, que hace sonar las teclas de su piano como si de las cuerdas de una kora maliense se tratase.

«El planteamiento fue desde el principio ese y no otro», afirma Idan Raichel. «He admirado durante demasiado tiempo a Ali Farka Touré, padre de Vieux. Así que poder compartir estudio ahora con Vieux ha sido lo más parecido a realizar un sueño». Cuentan, incluso, que Idan lllegó a decir que dejaría su grupo para unirse al de Vieux Farka Touré como teclista. Y, a modo de rúbrica de la declaración, sirva el hecho de que, en una de las últimas ediciones del festival La Mar de Músicas, Idan Raichel compareció inesperadamente en la escena cuando Ali Farka Touré ofrecía un concierto junto a sus músicos.

De consejero de Inmigración a músico

Idan Raichel es, sobre todo, un compositor lúcido que lleva la creación hasta sus últimas consecuencias desde que comenzó a trabajar como ingeniero de sonido para algunas de las más populares estrellas de la música israelí. En 2005, se inició como consejero de inmigración en un internado donde bullía una inquieta comunidad judía etíope. Así comenzó un intercambio con el país africano que llega hasta hoy. “Comencé elaborando maquetas, proyectos piloto en un pequeño estudio de grabación que fabriqué en el sótano de mi casa. Pronto empezaron a sonar en la radio”, declara. “Llegaron entonces las primeras ofertas para hacer conciertos y de ese modo nació el Idan Raichel Project”.

“Tel Aviv”, prosigue, “es una ciudad donde habita gente de muy diferentes lugares y de variadísimas culturas. Me gusta pensar que la música del Idan Raichel Project sigue siendo lo más parecido a un espejo de lo que sucede en sus calles, en sus casas. Hablo de una ciudad grandiosa y repleta de “fronteras” inciertas y porosas que permiten una gran fluidez en el intercambio cultural”.

La riqueza musical de Mali

Hoy, gracias a su alianza con Vieux Farka Touré, este proyecto se convierte en el Touré-Raichel Collective, donde la riqueza musical de Mali cobra forma en cada una de las canciones de «The Tel Aviv Sessions». La idea, según Raichel, se parece mucho al disco de viajes que siempre quiso hacer: “Estoy convencido de que existe en estas canciones una sensación de cambio espacial, de viaje, si es que se puede llamar viaje a un sonido que te transporta mentalmente del lugar donde estás a otro muy diferente mientras se desarrolla la canción”. Y concluye: “En cualquier caso, la cultura que amo, la que carece fronteras, lo logra plenamente, así que, si el disco consigue el mismo efecto en la gente, me sentiré absolutamente satisfecho”.

Para Vieux, por su parte, “The Tel Aviv Sessions» tendrá más vida que la que proporciona un solo disco. Este músico apenas tiene treinta y un años de edad y ya es considerado uno de los más sólidos valores de la moderna música de Mali. Su voz es un grito de guerra, flexible como la de su progenitor; su técnica guitarrística, tanto en fraseo como en rítmica, afilada, brillantísima. Y de la búsqueda de los diamantinos manantiales musicales que ahora ha descubierto junto a Idan Raichel en las “Tel Aviv sessions”, opina que se trata de un proceso en desarrollo permanente. “Requiere”, dice «que continuemos juntos en el futuro, porque es mucha la energía que hemos empleado para realizar este trabajo. Habrá que hacer coincidir nuestras respectivas agendas, ir poco a poco, sin precipitaciones, grabando o actuando en directo, pero el público sabrá de nosotros. Los dos lo queremos así. Este no es un proyecto de ocasión».

Deja una respuesta