El gobierno británico ha dado visto bueno al «Live Music Act», una ley que busca apoyar a los pequeños empresarios de la noche.
A partir de ahora, las salas de menos de 200 personas de aforo no necesitarán una licencia para ofrecer música en vivo, siempre que sea entre las ocho y las once de la noche. Se calcula que gracias a esto unos 13.000 locales empezarán a acoger conciertos, lo cual supone un impulso admirable y envidiable a la cultura en Inglaterra, que por cierto parte de una propuesta del liberal demócrata Don Foster.
No todos están a favor de la ley, no obstante. La Asociación Contra el Ruido británica ha asegurado que se producirá un «aumento dramático» de las denuncias. Habrá que seguir atentamente las próximas noticias…