THE KILLERS: «En esta banda, no todos disfrutamos las giras por igual»

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PUBLICADO EN ABC POR NACHO SERRANO
Desde su salto ante los focos del pop mundial en 2004 con el refulgente “Hot Fuss”, el cuarteto de Las Vegas había venido publicando disco cada dos años (“Sam’s Town” en 2006 y “Day & Age” en 2008), cumpliendo los tiempos de descanso y regreso que tanto gustan a las discográficas. Pero llegados a cierto nivel de popularidad, cuando las giras-promociones-giras empezaron a convertirse en una maratón imposible, The Killers decidieron que matarse a sí mismos –de agotamiento- sería una paradoja demasiado cruel.

Así que se tomaron un descanso, dieron conciertos y entrevistas a ritmos menos frenéticos, y, sobre todo, avisaron de que la próxima entrega discográfica tardaría un poco más. Al final la espera se ha alargado hasta el doble de lo acostumbrado (4 años), pero ya está a punto de salir a la calle –el próximo martes para ser exactos- “Battle Born”, un nuevo disco que sonará este sábado en el festival DCODE de Madrid, en su único concierto en España.

Es que el ritmo de vida de una banda de rock puede ser tremendo”, explica Ronnie Vannucci Jr., batería del grupo, desde un hotel de Berlín. “Y en esta banda no todos los miembros tienen la misma habilidad para disfrutar, o mejor dicho para soportar una larga gira. Creo que sólo Brandon (Flowers, cantante) y yo la tenemos, de hecho. A nosotros nos encanta, enseguida lo echamos de menos, pero por muchas ganas que tengamos de estar siempre en la carretera, tenemos que respetar las decisiones de nuestros compañeros (Dave Keuning, guitarrista, y Mark August Stoermer, bajista) porque si no todo se va al garete. Hay que mantener un equilibrio para que todo no se venga abajo, siendo muy consciente de que somos un grupo de cuatro individualidades. Si no hay respeto por cada una de las partes, todo se empieza a complicar. Creo que hemos aprendido algo de eso gracias a las bandas de los 70”.

Relajar un poco las revoluciones ha sido clave para la supervivencia de The Killers, pero sin embargo, ese no es el único motivo, “ni mucho menos”, de que haya habido que esperar cuatro años para escuchar “Battle Born”, según Vannucci, “La composición de las canciones se alargó más de un año, primero porque tomamos la determinación de imponer con claridad nuestro deseo de hacer las cosas bien, sin ninguna prisa, no como con algún disco anterior. Sobre todo, hemos querido tener tiempo para hacer algo diferente. Oh sí, amigo… cambiar lleva tiempo”.

Hubo además otro contratiempo, bastante dramático además, al que algunos medios achacaron nuevos retrasos en la edición del disco: la repentina muerte del saxofonista Tommy Marth, que había estado colaborando en sus grabaciones y directos casi desde el origen del grupo. Tras saberse que se había suicidado en Australia de un tiro en la cabeza (con sólo 33 años), The Killers publicaron en su Twitter el mensaje “Hay una luz que falta esta noche en Las Vegas”. “Fue terrible”, dice Vannucci sin negarse a hablar del tema. “A nosotros la noticia nos pillo mezclando el disco, así que no tuvo ninguna influencia en la grabación, como alguien dijo por ahí. Fue una tragedia enorme, hemos perdido un amigo”. El baterista reconoce, no obstante, que “no era probable” que contasen con él en esta gira.

Patriotas

El título del disco “Battle Born” tiene “muchos significados”, como explica Vannucci. “Lo primero, que es una frase que aparece en la bandera de Nevada, el estado en que vivimos. También es el nombre de nuestro estudio de grabación en Las Vegas. Y puede referirse también a cómo ha sido gestado, por lo largo y arduo del proceso”. La idea del gran país americano no es cosa de broma: Vannucci tiene el mensaje bien calado en sus huesos. “Sí, amo mi país, amo donde vivo y a su gente. Amo de dónde venimos, me gusta la idea del orgullo americano. Pero sé que hay un montón de países ahí fuera, ¿eh?”, bromea entre carcajadas. No fue cosa de broma, sin embargo, la muestra de patriotismo que dieron al tocar hace dos años en la Casa Blanca, en un concierto en homenaje a los familiares de caídos en la guerra de Irak. “Fue un 4 de julio” recuerda Vannucci, quien se desmarca de opinar sobre las próximas elecciones. “Aquel acto no tuvo nada que ver con apoyar a Obama. Respeto el arte como plataforma para apoyar causas ideológicas, pero no es nuestro negocio”.

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