Hacía 4 años y 1 día exactamente que Enrique Morente se levantó de la silla después de cantarle a Lorca y Leonard Cohen para despedirse del festival La mar de músicas. Con ese recuerdo intacto abría una noche muy especial para este festival «la mar minera». Un buen guiño al cante de las minas de La Unión , pero con un trasfondo emotivo mucho más grande, homenajear al maestro Morente.
Carmen Linares hacia acto de presencia por primera vez en este festival. Cualquiera lo diría tras presentar su espectáculo » Ensayo flamenco 2012″. La intensidad es un baremo que alcanza su máximo esplendor tras presenciar una actuación suya.
Las más de 1000 personas que se acercaron al Auditorio Parque Torres pudimos disfrutar de la jienense en todo su esplendor. Poemas de Lorca, Miguel Hernández y Juan Ramón Jimenez entre otros, acompañándose de piano, percusión, guitarras, y como invitada estrella la bailaora Belén Maya (conocida seguro por ser la silueta en la portada de la película «Flamenco» de Carlos Saura)
Si siempre es complicado actuar tras una gran artista, en este caso Los Evangelistas( proyecto formado por miembros de Los Planetas y de Lagartija Nick) lo tuvieron si cabe más complicado.
Y es que la idea es buena, la ejecución precisa y las tablas muchas. Pero el proyecto hace en algún sitio agua ( así, en singular). La clave tal vez sea que Los Evangelistas cantando por Los Planetas no cuaja, Lagartija Nick tocando para Morente si sobrecoge.
Quitando teorías de barra de bar, fue una actuación muy emocionante dedicada en todo su esplendor a Enrique Morente. Y eso se notó, tomando especial fuerza cuando subió a cantar para el tramo final Soleá Morente, hija de Enrique. Haciéndolo como los Morentes sólo lo saben hacer, y dejando muestras que si bien no tiene los registros de su hermana Estrella, tiene un alma y una fuerza en los momentos más álgidos y agudos de las notas que emocionan sin distinción entre ambas.
Antes, alternándose Jota y Antonio Arias a las voces, demostraron que no sentimos en espíritu de Enrique, estuvo presente en cuerpo y alma todo momento. Difícil de explicar con imagen o palabra alguna.
La puesta en escena con todo rodeado de velas tampoco desentonó y aunque algunas fueron apagándose no fue excluyente para que el concierto fuera tomando cada vez más y más cuerpo hasta que tras la aparición de Carmen Linares en Seguirilla y dedicarle unas sentidas palabras a Morente, cogió una fuerza el desarrollo de los acontecimientos que no se disipó en ningún momento.
Qué mejor que estas palabras suyas para definir lo vivido anoche: » El arte no debe tener fronteras, y el flamenco es una música muy viva, muy de hoy y que puede perfectamente entroncar con cualquier instrumento del mundo»