Crónica del cierre del festival ROCK IN RIO MADRID 2012

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Y la sangre rockera llegó al río

La clausura de esta tercera edición, todo hay que decirlo, no parecía deparar ninguna apoteosis de rock en estado puro. Ni Gogol Bordello, fanfarrieros, ni Incubus, venidos a menos y con poco músculo, ni Red Hot Chili Peppers, que también se desapuntaron del gimnasio hace tiempo, parecían capaces de ofrecer algo comparable a las hercúleas actuaciones que los rockeros han visto otros años (Metallica, Rage Against the Machine, Neil Young, Motörhead…) en la ciudad presuntamente diseñada para ellos.

Pero después de que el festival haya quedado rebautizado popularmente como «Madrid me Rio del Rock», sí que había unas ganas enormes de escuchar guitarras rabiosas, baterías contundentes, bajos demoledores (los grupos de la primera jornada no se ajustan a esta descripción) y voces en directo, y sobre todo de ver un poco de acción sobre el Escenario Mundo, que no obstante fue cerrado hacia las cuatro de la madrugada por el enésimo pinchadiscos, Deadmau5.

Esos estrafalarios gitano-punks que tanta popularidad ganaron cuando Madonna dijo ser su fan, los neoyorquinos Gogol Bordello, comenzaron la ansiada fiesta del rock antes del anochecer echando toda la carne en el asador, saltimbanquis y coloristas, todo un remedio contra el estatismo de los DJ’s, pero sin acabar de ser demasiado efectivos en su arranque con “Ultimate”.

La fanfarria, sin embargo, es algo que difícilmente se puede escuchar sin mover el esqueleto, y como además aquí la verbena gusta mucho, poco a poco la fiesta fue subiendo de intensidad hasta dejar el listón bastante alto para Incubus.

Los californianos salieron a escena liderados por un Brandon Boyd (voz) sensacional como vocalista, que llevó en volandas a su contundente banda hasta lograr el delirio de sus fans ayudándose del tradicional coro de los White Stripes y de unas melosas “Are you in?” y “Drive” que dieron la razón a quienes les colocaron teloneros de los actuales Peppers, cuya estela hacia la dulcificación han seguido a rajatabla.

Los cabezas de cartel se hicieron esperar un cuarto de hora sobre la medianoche, pero cuando irrumpieron con una distorsionada y bestia “Monarchy of Roses” arrancaron a los amplificadores el sonido más compacto de esta edición de Rock in Rio, entregados y solventes de tal manera que crearon una pequeña burbuja dentro de lo que ha sido este festival. Al fin una banda de tomo y lomo, con su aura de leyenda, estaba dando el callo como mandan los cánones. “Around the World”, con el primer solo de Flea como intro, los puso en órbita con gritos beatlemaníacos de la audiencia ensordeciendo en el estribillo, animando al grupo a lanzar bromas sobre Antonio Banderas o ponerse camisetas de la roja entre tonadas como “Blood, Sugar, Sex, Magik”, “Californication”, “Right on time”, dejando «Give it away» para el final, como siempre. Y sí, dieron un concierto enorme, lo suficientemente poderoso como para superar con creces su última comparecencia en Madrid, cerrando estupendamente una edición que claramente ha sido la más floja hasta ahora. Por cartel (además algunas bandas Maná habían actuado en la capital hace sólo unos meses), por cancelaciones (sólo una pero sonadísima) y por número de asistentes. Veremos cómo se reinventa esto para 2014.

PUBLICADA POR NACHO SERRANO EN ABC

Fotos: Prensa Rock in Rio

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