Crítica – AZERO «Sigue buscando»

por

Género: Rock

Sello: Autoproducido / Aleatoria

PUNTUACIÓN: 8

Los turolenses Azero presentan su sexto elepé, “Sigue Buscando”, un trabajo que repite la vieja leyenda de los rascas sin premio y un plástico con los habituales ingredientes (se baten el cobre entre el punk sofisticado y el rock urbano adulto), que si algo pone de manifiesto es la buena salud del rock aragonés en general y de esta formación en particular, junto con la voluntad de luchar para cientos de bandas que pelean contra viento y marea en medio de un paisaje nada propicio en estos momentos.

Pese a lo desagradable de la portada (un chaval que nos muestra sus tripas), el cuarteto aragonés se deja la piel en un disco visceral, que con voz profunda como una tempestad amplifica las férreas condiciones meteorológicas (sin llegar a ser Siberia) que sufren los habitantes de esa provincia que casi nunca existe en los mapas, con temperaturas “Bajo Cero” en el largo y crudo invierno (metáfora de una existencia dura y gis, también de la que está cayendo). Las esforzadas condiciones vitales de todos aquellos que desean dedicarse a esta bendita locura que es el rock’n’roll, un aviso para los navegantes. Como Sísifo tratando de arrastrar la piedra a la cima de la montaña, un cenit que cada día se nos antoja más difícil, visto el panorama de desolación y postración de la mayoría del personal, en medio de una crisis pavorosa y caníbal que amenaza con llevarse todo por delante, por arrastrar (como un tsunami de inmundicia) los restos del naufragio en los que se ha convertido la burbuja de la movida en nuestro país.

“Rutas salvajes en su mente, persiguiendo un sueño de libertad, un horizonte diferente para perderse en la inmensidad…”. Rock urbano de la mejor especie, con letras muy bien elaboradas (bastante poéticas), samplers cinematográficos perfectamente encajados y melodías contundentes es lo que aquí podemos encontrar. Canciones como puños: “Me sacrificaré”, “Dame calor”, “Rutas salvajes”, “La tormenta”, “El sueño”… que entran a la primera y golpean con fuerza, epatando a los oyentes atentos al rock con mensaje, al dulce rock’n’roll comprometido con el entorno que hace nuestras delicias. Marcados a fuego, lanzar un grito al vació: “Teruel también existe” (en esto del rocanrol y en todo lo demás…).

Deja una respuesta