La polémica ha estallado hoy en Italia por la presentación anoche de la 62ª edición del Festival de Sanremo por el cantante italiano, quien criticó la manera de predicar de los sacerdotes y pidió el cierre de periódicos católicos «inútiles».
Políticos, asociaciones y sindicatos han mostrado su indignación ante las palabras de Celentano, que fueron retransmitidas en directo por la televisión pública Rai1. El director de la televisión Rai1, Mauro Mazza, aseguró hoy en una entrevista al canal Tg1 que «el cierre de cualquier periódico no se invoca jamás. Son cosas feas y al escucharlo siento escalofríos en la espalda».
Según Celentano, las publicaciones católicas «se ocupan de política en lugar de hablar de Dios» y pidió su cierre definitivo. El semanario cristiano «Familia Cristiana» pasó también al contraataque diciendo hoy que Adriano Celentano «es solo un pequeño activista de la hipocresía, un falso intérprete de la moral cristiana que hace uso de la televisión para llevar a cabo sus venganzas privadas». El Partido Demócrata (PD), a través de su senador Vincenzo Vita, que es además miembro del comité de Vigilancia de la RAI, aseguró que «el arte no se censura jamás», aunque matizó que «cualquier opinión no puede ser legítimamente compartida, por ejemplo, el ataque a los periódicos católicos me ha parecido gratuito».
Celentano criticó también la economía, a la canciller alemana Angela Merkel y al presidente francés Nicolas Sarkozy y se preguntó: «¿Qué mierda de vida es esta? La guerra, la prima de riesgo, la economía… La Merkel y Sarkozy imponen a los ciudadanos griegos enormes sacrificios para quedarse en el euro. ¿Queremos una Europa cínica y armada hasta los dientes?». Antes de comenzar su presentación, que ha generado gran polémica en Italia, mostró un film con imágenes de guerra y escenas violentas como el teatro griego Ariston en llamas y lanzamiento de bombas, mientras los bailarines del escenario corrían y se arrastraban como si estuviesen heridos. Después entró en escena la actriz italiana y exnovia de George Clooney, Elisabetta Canalis, descalza y ataviada con un vestido andrajoso que, según se anunció, representaba a Italia. «Las cosas no van bien y estoy perdiendo la belleza», afirmó Canalis. Y Celentano, que tuvo una intervención de casi una hora, volvió a la carga, esta vez contra el Tribunal Constitucional, que desautorizó el referéndum sobre la nueva ley electoral.
A ver qué hace Eva Hache en los Goya ahora…