El líder de aquel trío que hizo menear el esqueleto a toda una generación de jóvenes acaba de llegar a la edad de la jubilación. Desde que murió el menor de los hermanos Gibb -Maurice- en 2003, él y el otro Bee Gee superviviente, Robin, sólo se han reunido para actuar en programas de televisión y actos benéficos. Por su parte, Barry dejó de sacar discos en solitario en 2006, con «The Heartbreaker Demos», y ahora vive un cómodo retiro viviendo de las rentas de esos falsetes únicos que lo mantendrán siempre vivo en nuestra memoria. Pues eso… «Stayin’ Alive».