“Espíritus del Desierto, yo os invoco”, última entrega de Schwarz, suena como si a los Soul Bisontes les diera por empaparse de protoelectrónica. Todo un reto para el oyente, cuyas letras en español hacen de este trabajo un disco clave en la trayectoria de diez años de este trío murciano, que actúa en la madrileña sala La Boite este viernes (fechas de la gira aquí) con otros que no dejan a nadie indiferente, Rosvita.
Vuestra apuesta es bastante arriesgada, ¿os ponéis límites en el estudio?
Nuestro trabajo en el estudio es muchísimo más natural de lo que la gente se piensa, no hay planteamientos cerebrales. Es todo muy visceral.
Pero sí habrá un esfuerzo consciente por sonar contemporáneo.
Eso se debe precisamente a la visión musical de los grupos que nos han influido. Kraftwerk, por ejemplo, en el momento en que surgieron eran cuanto menos contemporáneos… se podría decir que eran futuristas, adelantados a su momento. Traicionaríamos a la música que nos gusta, si no sonásemos actuales.
¿Cuánto peso tiene la improvisación en vuestro último disco?
Más o menos la de siempre, bastante poca. Esto también es al contario de lo que suele pensar la gente. En lo conciertos es otra historia, momentos más abiertos, y nos ponemos mucho más expansivos. Hemos estado tocando en Granada y Cádiz hace poco, y el público nos comentaba al final que para apreciarnos de verdad hay que vernos en directo, que en disco no es lo mismo. Estoy de acuerdo, pero no lo veo como algo negativo, porque hasta cierto punto es algo premeditado. El disco y el directo son mundos paralelos, e intentar eso de “voy a hacer un disco que suene como el directo” es una batalla perdida, es imposible. En disco queremos ser más preciosistas, evitar los errores a toda costa.
Entonces, en el proceso de grabación, ¿nunca hay partes grabadas en directo, todos juntos en una habitación?
A lo largo de nuestra carrera hemos grabado de todas las formas imaginables, y en diferentes países. Es algo que nos gusta, cambiar de reto de disco a disco. Solemos grabar una base todos juntos, y luego añadimos overdubs en función de cómo sea la canción.
Has vuelto a ser compositor único, ¿cómo se lleva eso?
Sí, se mantiene la tradición, ¡ja, ja! Ha sido siempre así, y es algo ya muy natural en nosotros. De todas formas, probablemente hagamos las cosas de otra manera en el siguiente disco, primero porque me apetece que dejar más espacio a las aportaciones de mis compañeros, y segundo, porque cada vez soy más perezoso.
«El vinilo es el único formato que sigue viendo pasar cadáveres ante su puerta»
¿Qué ventajas veis en autoeditaros, frente a lo que hacíais con Acuarela?
Menos presupuesto para grabar, sobre todo. Porque lo de la distribución cada vez importa menos al haber cada vez menos tiendas. Así que decidimos que estábamos hartos de batallar, de plantear bolos que luego no salen o salen mal, etc. Es que la situación de los sellos pequeños es muy poco halagüeña. Visto el panorama, mejor hacérnoslo todo nosotros solos. Además, sacar el vinilo tan chulo que hemos sacado hubiera sido más difícil con un sello. Quisimos sacar nuestro anterior disco en vinilo, y no nos dejaron.
Qué bien que se ponga de moda el vinilo de nuevo ¿no?
Es fantástico, y muy gracioso, porque no sé cuántas veces se habrá anunciado su muerte, pero en cuanto a formatos, es el único que sigue viendo pasar cadáveres ante su puerta. Me acuerdo de cuando había vinilos que tenían una calavera en la contraportada, que decía: “Por favor, no lo copies en cassette, la piratería está matando la música”.
Qué bueno… Para ir terminando, la pregunta obligada: empezar a cantar en español ahora, ¿por qué?
Porque el neoliberalismo está llegando a unos niveles de agresión inauditos, por los procesos de globalización. Y esa globalización es una homogeneización a todos lo niveles, también el cultural, y frente al uso del inglés hemos preferido retratarnos a nosotros mismos. La referencia del desierto en el título también va por ahí, nos referimos a nuestro desierto, el del sudeste de España.
Quería preguntarte por algunos grupos para los que el desierto tiene un significado especial. The Doors, es uno de ellos.
Sí, ahora están hasta en la sopa, con la peli, el documental, la mitificación de Jim Morrison… pero son un grupazo, y seguro que de forma inconsciente se nos cuelan influencias de su música. Mira, en este disco no usamos bajo, y ellos iban sin bajo…
Kyuss.
Me gustan mucho, lo hemos estado escuchando últimamente estando en la carretera.
Havalina, unos de aquí.
He oído hablar mucho de ellos, pero no los he escuchado todavía. ¿De dónde son?
De Madrid, igual su rollo con el desierto es menos auténtico ¿no?
Bueno, menos auténtico será ser de Madrid y tocar folk americano.
Como buenos psicodélicos, ¿habéis sacado provecho de experiencias con enteógenos?
Los tres tenemos nuestras carreras, je, je. Hemos tenido nuestras experiencias, pero no en sentido rituales ni dirigidas hacia la inspiración forzosamente. Sí que estoy seguro que de alguna manera, nos han aportado una forma de ver las cosas que se plasma en nuestra música. Si no hubiéramos tenido determinadas experiencias con psicodélicos, nos hubiera sido imposible reflejar algunas cosas que hay en nuestra música.