Entrevista con INTERPOL: «Los fans españoles nos transmiten humildad»

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Acaban de terminar la gira española de presentación de su nuevo álbum, un disco homónimo con el que muchos consideran que han regresado al estilo de sus inicios. A nosotros nos dijeron lo contrario, durante una agradable charla en lo alto de una azotea en el centro de Madrid.

¿Qué hay de esas comparaciones con vuestro debut?

(Daniel Kessler, guitarra) “Interpol” no se parece absolutamente en nada a nuestro primer disco.

(Sam Fogarino, batería) Creo que a la gente le ha dado por decir eso porque nuestro primer single, “Lights”, comienza con una introducción muy al estilo clásico de Daniel, pero ahí se acaban las similitudes. Cada disco que hacemos representa al Interpol de ese momento concreto, y creo que es evidente que no podemos ser los mismos que al principio.

Entonces el cambio es uno de vuestros objetivos.

(DK) No buscamos el cambio, es el cambio el que nos encuentra a nosotros. Todo depende de lo preparado que estés para ese momento de cambio. Cuantos más discos haces, más experiencia coges, pero también te entra una mayor urgencia por encontrar nuevas formas de expresión, que te permitan seguir diciendo lo que quieres sin repetirte demasiado. En este disco definitivamente estábamos preparados para el cambio, aunque sin pensar mucho en los detalles acerca de qué cosas serían las que cambian. En el desarrollo de la creación musical, cuando intentas hacer una cosa casi siempre acaba derivando en otra diferente, que te puede mostrar resultados inesperados pero que te resultan familiares. En este disco nos ha ocurrido eso.

¿Qué sensación os dejó el fin de la grabación?

(SF) Salimos del estudio con una sensación de “misión cumplida” realmente fuerte. Todo fue muy fluido, muy fácil de desarrollar, porque llevábamos todas las canciones muy pulidas, con todos los arreglos ya terminados. El trabajo duro fueron los nueves meses de composición. En cuanto al resultado, creo que al fin hemos logrado extraer todo nuestro potencial y plasmarlo en un disco, y en mi opinión todo se debe a que el esfuerzo por entender las opiniones de los demás miembros ha sido mayor que nuca. El resultado de eso siempre es bueno, y produce mucho relax en el estudio.

(SF) Sí, al ser nosotros nuestros propios productores, hemos tenido que concentrarnos mucho en eso.

(DK) Es un disco muy detallista, y por eso fue algo difícil de cerrar. No es que estuviéramos haciendo un disco conceptual, pero sí queríamos que quedara claro lo que queríamos expresar y eso lleva tiempo, y en realidad también un poco de fe. Por eso, lograr lo que buscábamos ha sido más reconfortante que nunca. Sin duda, haber trabajado con quien hemos trabajado (se refiere al cambio de discográfica, de la multinacional EMI a la independiente Matador) ha ayudado muchísimo a no estar demasiado obsesionados con nada.

¿En algún momento sentisteis que estabais tomando ciertos riesgos?

(DK) Qué va, no hay ningún riesgo en el disco que hemos grabado. Arriesgado sería darle un toque death metal, pero no es el caso, ¡ja ja! Nunca hemos querido sorprender al público, sino a nosotros mismos. Con esto quiero decir que en la música, el riesgo está en intentar complacer a los otros, y no a ti mismo. Si empezáramos a pensar en “necesitamos un single, una canción popera que pegue mucho”, nuestros fans lo verían rápidamente y se sentirían traicionados. Eso sí que es arriesgado. Además, eso de la “expectación” es algo que no nos afecta, porque hubo muchos años en los que no despertábamos ninguna, y eso no nos afectaba. No dejaremos que pase ahora.

¿Por qué el título de “Interpol”, a estas alturas?

(SF) Cuando lo terminamos nos dimos cuenta de que era el título más natural.

(DK) Lo típico es que el homónimo sea el disco de debut, pero a mí me parece una idea muy bonita poder elegir en qué momento titulo un disco con el nombre del grupo. Es como decir: “esto es lo que somos”.

El disco tardó bastante en ser publicado, ¿cómo lleváis las largas esperas?

(SF) Mientras tanto hacemos entrevistas, nos vamos de fiesta…. ¡ja ja!

(DK) Sin duda la paciencia es un factor importante para ser rockero profesional.

(SF) En mi opinión lo hace todo más emocionante. Cuando publicamos nuestro segundo disco, “Antics”, todo fue tan rápido que nada más salir del estudio íbamos al aeropuerto a empezar la gira teloneando a The Cure. A los pocos días casi había olvidado cómo fue la grabación. Personalmente, prefiero ir viendo las reacciones, y que todo tenga sus etapas: la grabación, la publicación, las críticas, los conciertos…

¿Cómo es tocar en España?

(DK) Joder, es realmente apasionante, la audiencia española no es gente mirándote, sino gente muy entusiasta y apasionada, que te transmite energía y crea una relación de amistad inmediata y sincera, que te impulsa a ser humilde.

¿Qué pasó con vuestro bajista, Carlos Dengler? Dejó el grupo nada más salir el nuevo disco.

(SF) Desapareció… ¡ja, ja!

(DK) Llevábamos con él desde 1997, es mucho tiempo. Tenía ganas de experimentar, de buscar nuevos caminos, no sólo musicales sino personales, y aunque fue una decisión dura, la tomó sin miramientos.

(SF) Ha sido una separación muy amistosa.

¿Y qué tal con el nuevo, David Pajo?

(SF) Fantástico, desde el principio demostró tener un gran respeto por nuestra música. Ha conseguido que no sintamos que haya habido una “transición”, sino que todo continúa de un modo muy natural. Los fans le han recibido muy bien, y te puedo asegurar que está realmente orgulloso por ello.

Vuestra web es increíble.

(DK) Gracias, la verdad es que es algo que nos hemos tomado muy en serio, porque lo vemos como una manera estupenda de mostrar tus inclinaciones artísticas, con la estética, el art-work y todo eso. Especialmente ahora que desaparecen los CD físicos.

(SF) La mayor ventaja de Internet es que puedes mostrar un montón de aspectos de la banda que no se conocen a través del disco. Eso antes era un espacio muy limitado para las bandas, debido a las imposiciones de los sellos, pero ahora ese campo está totalmente abierto.

(DK) Sí, aunque en otros aspectos destruye parte de la relación fan-artista. Debido al continuo aluvión de música accesible, no se presta atención a los discos de uno en uno, siempre se impone esa especie de ansiedad por oírlo todo y la gente no se para a analizar el trasfondo, el mensaje o lo que sea que hace especial al disco en su conjunto. Eso sí, el mp3 es una bendición para los viajes.

(SF) Definitivamente, esta época nos está demostrando lo especial que había sido siempre grabar un disco, con todo lo que implicaba en cuanto a obra en sí.

¿Qué bandas escucháis ahora mismo?

(DK) Siempre me quedo como congelado cuando me preguntan eso, nunca me acuerdo de lo que estoy oyendo… Espera, sí, un grupo llamado Nudge, del sello Kranky Records. Tanto el grupo como el sello son geniales. Pero casi siempre escuchamos discos antiguos. “Tumbling Dice”, por ejemplo, nunca falla… Es curioso, la gente está siempre atenta a los avances tecnológicos, pero al final, lo que sigue interesando son los Rolling Stones.

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