Tres años después de desatar el delirio sónico de Apocalypse Love, Black Lips regresan por todo lo alto con nuevo disco bajo el brazo: Season Of The Peach…
que aterrizará el 19 de septiembre con 14 trallazos donde el garage más sucio se revuelca con el pop new wave, el country dolido y las películas del oeste más lisérgicas.
Y para ir calentando motores, hoy sueltan el videoclip de “Tippy Tongue”, un temazo que parece invocar a las Shangri-Las y a las Ronettes poseídas por Jayne/Wayne County. Una oda funky y macarra al soul sesentero, bañada en espíritu Buddha Records. Sí, suena tan demente como estás imaginando.
Grabado en cinta analógica, Season Of The Peach es un viaje de 40 minutos por los rincones menos iluminados de América, con paradas en tabernas perdidas, moteles infectos y desiertos emocionales.
El grupo se encerró en el estudio rural del batería Oakley en los Catskills, lejos del mundanal ruido, para atrapar esa chispa salvaje que los convirtió en banda de culto.
El resultado: una colección de canciones que rezuman crudeza, melodía y mucha mala leche, con la esencia de sus inicios, pero sin repetir fórmula. Hay garage polvoriento como el de “So Far Gone”, country-honk con sorna como “Zulu Saints”, y epopeyas oscuras como las dos partes de “The Illusion”, donde se lanzan a buscar algo de luz entre el miedo, la esperanza y la resignación: “alcanzas el cielo, pero es una ilusión”.
“Siempre me han flipado esos músicos que querían sonar normales, pero no podían evitar sonar jodidamente raros”, dice Jared. Y en este disco esa tensión está viva: pop demente, psicodelia rancia y energía de bar de carretera, todo en el mismo cóctel.

Entre otros momentazos, destaca “Wild One”, un vals con resaca por los infiernos cotidianos, y “Kassandra”, que suena a The Chocolate Watchband con Frank Zappa predicando desde el púlpito. Una montaña rusa de estilos, tonos y estados mentales.
“Solo queremos rockear y pasarlo bien, tío”, suelta Jared sin rodeos. Y Oakley lo resume mejor que nadie: “Esperamos que todavía quede un hueco para eso en este mundo tan jodido”.
