Ha sido bastante sonado el batacazo de crítica del segundo disco de los escoceses Glasvegas, «Euphoric, Heartbreak», en el que han abandonado la oscuridad de su debut para ofrecer una música mucho más soleada y luminosa, que ha sido inspirada por su estancia en una casita en la playa de Santa Mónica (California) para componer. De hecho, quizá su baterista Carol McKey abandonara el barco por este giro tan radical. Hemos hablado con Rab Allan, y además de confesar que pasaron «angustia» tras la marcha de McKey, nos dado una sorpresa con los planes para su próximo trabajo: «Queremos hacer un disco de inspiración orquestal, algo que tenga que ver con la música clásica».
GLASVEGAS: «Nuestro próximo disco será orquestal»
