Entrevista con SR. CHINARRO: «El trap también forma parte del progreso»

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A Antonio Luque no le molan mucho las entrevistas, cosa comprensible al tener canciones que ya dicen tanto sobre su personalidad y sobre sus inquietudes artísticas. Por eso, cuanto menos se hable de él, más se saca.

Cuándo: jueves 15 de junio, 22:00h
Dónde: Teatro Lara, Madrid. SON Estrella Galicia
Precio: 16€ / 18€
Venta de entradas: Ticketea

Con “El Progreso”, su decimoséptimo disco, el veterano cantautor exhibe -una vez más- su potencial como compositor en diez canciones que lo coronan como uno de los mejores letristas de este país. La calidad literaria de Luque se acopla a la perfección a un sonido rico en matices en el que se nota la mano de J, líder de Los Planetas, que ha sido el encargado de la producción del álbum en el estudio de grabación Refugio Antiaéreo de El Fargue. Ese gen granadino de “El Progreso” transciende al propio álbum ya que, también en directo, Antonio Luque estará́ acompañado de aires de la ciudad andaluza con una banda formada por músicos de Pájaro Jack. El disco salió a la venta el viernes 8 de abril y va acompañado de una gira que está recorriendo buena parte de la geografía española, parando este jueves en el Teatro Lara con SON Estrella Galicia.

Ya hace un año que salió «El Progreso». ¿Satisfecho con el recorrido del disco?

Hace más de un año, hace un año y… dos meses. Sí, sí, satisfecho. Pero ya sabes cómo va esto, es terminar un disco y estar pensando ya en el siguiente. El «chou» debe continuar.

¿Ya tienes nuevos temas?

Sí, me falta hacer unas letras, pero la música de varios temas ya está hecha con la banda, de hecho ya hay algunos que están grabados. Ahora estamos a punto de ir al estudio para grabar la segunda tanda, que puede ser ya la definitiva.

O sea que para el año que viene hay nuevo disco seguro.

A ver si puedo sacarlo incluso en este, ese es el plan de El Seguell. Pero claro, eso en realidad nunca se puede saber con tanto tiempo de antelación.

Repitiendo modus operandi.

Sí, con El Seguell ayudándome con la promo y con la distribución.

¿Y grabando en el Refugio Antiaéreo con J?

La primera tanda en el Refugio, sí, pero no con J como productor. Esta vez sólo opinaba de vez en cuando, cuando se pasaba por allí. La segunda tanda todavía no estamos seguro de dónde la grabaremos.

¿Para «El Progreso», con J hubo mucha charla previa al trabajo de estudio?

Sobre todo en lo relativo a las letras, la verdad. En lo musical menos, pero también hizo sus tareas con el tempo, con el desarrollo de melodías y estructuras… Tenemos una forma parecida de entender la música así que tampoco hace falta mucha indicación. Hablamos de lo mismo, de pop con cuatro acordes (risas), y con la actitud de que ninguno sabe más que el otro. El productor lo que hace es sumar.

La ligera onda flamenca que se siente en algunas partes del disco, ¿surgió de forma natural por el hábitat del Refugio Antiaéreo?

Pues es un poco así, hay partes que directamente las escribió J, y otras, por ejemplo cuando suenan palmas, que surgieron por idea del batería. Es que en ese estudio es difícil que no acaben sonando palmas en algún momento (risas).

Al conocer el nombre de tu nuevo disco, «El Progreso», lo entendí como un título cargado de ironía. Supongo que a quien conozca un poco tu obra le habrá pasado igual.

Es una corriente de pensamiento. El otro día vi una viñeta que salía un niño preguntando a su padre: «¿Papá, cómo vivíamos hace un millón de años?», y él: «Pues en cabañas, recogiendo frutas y cazando». El niño le dice: «¿Y ahora trabajas 365 días al año para poder irte 5 a la playa?». No sé en qué hemos progresado. En la destrucción del planeta, quizá. Tenemos entidad de plaga, estoy convencido de que lo somos.

Tienes un estilo de vida con un punto austero, pero me da que no es por ecologismo radical, sino porque eres así. ¿Me equivoco?

No. Yo no entiendo por qué la gente necesita hacer cosas todo el rato. No entiendo por qué se aburren tanto. Por eso consumimos todo tan rápido y estamos agotando el planeta. Lo más ecológico es pensar, pero hay mucha gente a la que eso le da dolor de cabeza.

Alguna vez has dicho que hay muchos grupos obsesionados con el hit, ¿tú huyes de él al componer?

Qué va, lo que pasa es que no me sale el hit. Estoy todo el rato analizando por qué una canción es un hit, pero claro, luego ponte a hacerla.

¿Estás girando solo con banda o también en acústico?

Lo que tenemos más anunciado como gira sí es solo con banda, pero también cojo cositas que salen por ahí en acústico. No está la cosa como para decir que no a nada. De todas formas, hay mucha gente, críticos reputados incluidos, que dicen que les he gustado más en acústico.

¿El disco «Presidente» fue el más mediático de tu carrera?

Sí, porque ahí invirtió más dinero Mushroom Pillow, en la grabación, la promoción… Echaron el resto. Y al ver que tampoco fue un éxito la relación con el sello empezó a decaer, como suele pasar. De aquel disco en adelante mantengo una política más sostenible de inversión. Un cultivo extensivo más que intensivo gasta más recursos, incluso los mentales. Para mí fue agotador también, porque además no me gustó que empezaran a reconocerme por la calle, ese rollo de «¡Chinarro!, qué pasa tío»… Yo quiero menos fama y más dinero. Pero claro, se ve que esa fama no se traduce en ventas de discos ni de entradas.

En estos 20 años has aprendido bien lo que no merece la pena hacer.

Claro, en función de lo que me ha ido pasando. Cada uno cuenta la película como la vive. A mí no me hubiera gustado ser famoso ni de joven.

¿Cómo será el repertorio en el Teatro Lara, ahora que tiene nuevos temas?

Pues sí, vamos a incluir algunas de esas canciones recién grabadas, para empezar a darles rodaje. De «El Progreso» sonarán unas seis o siete.

¿Y las más antiguas, te resulta cómodo interpretarlas tanto tiempo después?

No, me resulta muy difícil. La época de Acuarela, por ejemplo, no la toco nunca. Si algún día hay demanda montaré un repertorio especial, pero por ahora… cuando la toco la gente se viene abajo. Desde el escenario lo ves, igual que un DJ se da cuenta de que la gente baila menos. Conmigo no se baila, es verdad, pero sí que te das cuenta de que hay menos movimiento de cabecita, menos intentos de playback… ya sabes. A veces sí he tocado alguna en acústico cuando me lo piden. Es como si hubiera dos Chinarros diferentes desde que acabó esa etapa.

No puedo resistirme a preguntarte qué te parece el trap.

Es que todavía no sé lo que es. Es lo del rap con autotune, ¿no? J me puso la canción esa que versionaron (se refiere a «Islamabad», de Pxxr Gvng), y a mí eso no me gusta. Da la sensación de que se han dado por vencidos, y entonces para qué vas a hacer melodía, para qué vas a meter el ritmo a su tiempo, para qué hacer diferentes partes y diferentes estructuras… Yo creo que viene del desprendimiento absoluto de la cultura de la música. Eso es también el progreso. Como melómano, pues no le veo la punta. Y como lector tampoco, porque usan un vocabulario bastante reducido y un poco groserete, y encima está lo del desprecio a las mujeres.

Por eso me sorprendió ver a la flamenca Rosalía colaborando con uno de ellos.

Ya… esa es la moda de las colaboraciones. Cuanto más frikis sean, pues mejor. Otro mundo que no me gusta a mí es ese. Es como querer salir en el Aquí hay tomate o en el Sálvame.

Termino con una política. Tú huyes de quienes tienen las cosas tan claras que nunca dudan. Sabes que estás predestinado a no ilusionarte nunca, claro…

Hay gente ahora que piensa que si Podemos es el PSOE de los ochenta, puede haber mucha pasta para la cultura si estuvieran en el poder. No estoy diciendo que estén pensando en robar, pero una vez ahí, viendo la vaca gorda delante de ti… Habrá gente honrada, incluso en todos los partidos, pero cuando alguien me dice «yo quiero ponerme a gestionar lo de todos», yo ya veo una sospecha. Si a mí alguien me dice que le dé la llave de la caja, no me voy a poner nunca de acuerdo porque lo que yo digo es que hay que quitar la caja. Entonces me acusan de liberal, y entonces es cuando digo que ya no digo más ná…

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