LUKE WINSLOW-KING regresa de gira con los sonidos del Mississippi

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7b7ca363-9670-4493-b55c-1fd1e73049e3Con ‘I’m Glad Trouble Don’t Last Always’, su quinto disco y tercero para el sello de Chicago Bloodshot Records, Luke Winslow-King dibuja desde un profundo y oscuro pozo creativo una inspirada banda sonora sobre su propia ruptura. Sentimental y eléctricamente rabioso, el álbum es en parte un diario de viaje, parte una guía de autoayuda sobre cómo superar los diferentes estados de la tristeza.

En él laten los ritmos geográficos del artista, empezando en el jive de pre-guerra de Nueva Orleans, viajando a través de los linajes que flotan a orillas del Mississippi hasta el sonido “bottleneck” del Delta, y la métrica funky del R&B de Memphis, con parada más al norte para recoger los aromas del grasiento blues de Chicago, y llegar hasta la raíz confesional de su Michigan natal.

El disco se compuso y grabó durante la gira de Luke y su banda en el verano del 2015 por Italia, y más tarde se terminó en los Parlor Studios de Nueva Orleans, siendo mezclado por el ingeniero de los Black Keys, Colin DuPuis. La multiculturalidad de Nueva Orleans se mezcla con la magia instrumental para narrar los detalles de una relación sentimental en caída libre, contada como un diario en un lenguaje idiosincrásico mezcla de raíces, pop y rock.

Es un disco en el que Luke Winslow-King encuentra la luz en la oscuridad y desnuda su alma a través de nueve canciones que tienen lazos estilísticos con contemporáneos e influencias como Gary Clark Jr., Bonnie Raitt y Ry Cooder, a la vez que mantiene una voz única y coherente. Armonías entre lo moderno y lo tradicional, como cantadas con un siniestro gruñido de rock n’ roll desde el porche ( “Louisiana Blues”), baladas country de campiña de acústicas polvorientas ( “Heartsick Blues”), referencias a Ray Price y Hank Williams (“Esther Please”), infecciosos ecos a Tom Petty (“Change Your Mind”), paseos por el soul de Muscle Shoals (“Watch Me Go”) y espirituales de redención de domingo (“On My Way”) que acompañan a una narrativa llena de rabia, resignación e indignación a partes iguales, aullando a la luna desde su Fender, con la ayuda del tempo vudú de la guitarra del maestro italiano Roberto Luti.

Tiempos turbulentos, en los que Luke Winslow-King lucha por una identidad, descubriendo una nueva cara del amor y la pérdida. Porque los problemas no duran para siempre.

-9 de noviembre en Bilbao, Kafe Antzokia -Entradas-
-10 de noviembre en Gijon, Sala Acapulco-Casino de Asturias
-11 de noviembre en Santander, El Almacén de Little Bobby
-12 de noviembre en Santiago, Capitol (Outono Códax Festival) -Entradas-
-15 de noviembre en Sevilla, Sala Custom -Entradas-
-16 de noviembre en Madrid, Changó Live -Entradas-
-17 de noviembre en Valencia, Loco Club -Entradas-
-18 de noviembre en Barcelona, Rocksound
-19 de noviembre en Zaragoza, Sala López

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