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DAEVID ALLEN, adiós al sacerdote de la psicodelia

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daevidallenbw130315Hace una semana murió Daevid Allen, y muchos de vosotros os preguntaríais por qué demonios no hemos dicho nada en HRB. Enteraros os enterásteis sí o sí, pero una breve semblanza sobre un personaje de tan vital trascendencia no se escribe deprisa y corriendo. Aquí está nuestro pequeño homenaje a uno de los sumos sacerdotes de la psicodelia.

Cuando llegó a Inglaterra en 1961, este músico australiano fundo el Daevid Allen Trio, donde instruyó a su «ahijado» Robert Wyatt (un chavalín de 16 años por entonces) en las nobles artes del free-jazz. Tres años después el joven baterista formó The Wilde Flowers con Kevin Ayers, y en 1966 todos ellos se reunieron bajo el nombre de Soft Machine, con el teclista Mike Rattledge como cuarto miembro.

Así pues, el primer motor psicodélico de los míticos Soft Machine fue Allen, por otro lado el mayor del grupo, el más respetado. Y el que antes dejó la banda, aunque no fuera por decisión propia.daevid

En 1968, tras una gira por Francia, la policía fronteriza británica rechazó su visado y tuvo que volverse a París, donde revolucionó el ya de por sí revolucionario (aunque para eso hay debate) mayo del 68 con sus excénticas puestas en escena callejeras.

Así pues, aunque marcase el rumbo y destacase por encima de todos en sus actuaciones en el UFO londinense (como la del vídeo de más abajo, donde interpreta un inquietante poema) Allen ni siquiera llegó a participar en el primer disco Soft Machine. De hecho, ya no estuvo en varios de sus conciertos de la gira franesa (como en el vídeo de cierre, grabado en París en 1967), y sólo grabó con ellos algunos singles, el primero de los cuales tuvo a dos productores de lujo: Chas Chandler para ‘Love Makes Sweet Music’ y Kim Fowley para la cara B, ‘Feelin’ Reelin’ Squeelin’.

Cuando su presencia en París empezó a volverse arriesgada (la policía le buscaba por varios escándalos públicos), Allen abandonó el país y se refugió en el pueblecito mallorquín de Deia, donde el año siguiente grabó «Magick Brother», el primer disco de otro nombre legendario de la psicodelia, Gong.

Fue en 1970 cuando debutó en solitario con «Bananamoon», un disco que marcó el pistoletazo de salida a una carrera colmada de grandes canciones que compatibilizó con Gong hasta finales de la pasada década. Además, siempre que decidía hacer un parón con Gong, Allen se lanzaba a colaborar con bandas tan variadas como Acid Mothers Temple, miembros de The Police o incluso los españoles Euterpe, con los que grabó «Good Morning!» en 1976.

Tras más de medio siglo haciéndole favores a la música, en junio del año pasado se le extirpó un quiste del cuello que resultó ser maligno, y que en poco tiempo se extendió a sus pulmones. Llegaba la hora del adiós para este maestro al que tanto admiramos. Seis meses antes de morir, Allen se despedía con este comunicado:

“Se ha confirmado que el cáncer invasor ha vuelto a establecerse con éxito en mi cuello. La cirugía original eliminó mucho, pero el cáncer se ha reproducido con renovado vigor, al tiempo que se ha extendido al pulmón. Ahora me han dado aproximadamente unos seis meses de vida. Mi punto de vista ha cambiado. No estoy interesado en un sinfín de operaciones. De hecho ha llegado como un alivio saber que el final está a la vista. Ha llegado el momento de renunciar a resistirse al cáncer. Solo puedo esperar que, durante este viaje, haya contribuido de alguna manera a la felicidad en la vida de algunos otros compañeros humanos. Creo que he hecho todo lo posible para sanar, queridos amigos; y que me hayáis apoyado durante este tiempo ha sido de gran ayuda. Así que, gracias por estar ahí conmigo”.

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