Me siento ALLAH-LAS, me siento bien: Crónica de su concierto en la Sala El Sol (25 de octubre)

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imagesSi algo quedó claro el sábado es que la burbuja Nuggets nunca se rompió del todo. Ese boom ácido de los sesenta nos explotó hace apenas unos días y nos empapó. Incluso ayer me desperté escuchando en mi cabeza el Tell me (what´s on your mind)… pues a vosotros, cabrones. Qué arte tienen estos tíos, de verdad. Coros sencillos y de una sola letra, pero unidos a los riffs más sensuales que he presenciado nunca, te hacen levitar y volar como campanilla. Y además presentaban su adoración al astro rey, «Wosrhip the Sun», en la sala El Sol. Alineación de cuerpos celestes para la noche del sábado.

IMG_3083La calidad sonora no bajó ni un solo segundo del bolo, y eso que era su segundo pase de la noche. Cuando en algún momento a Miles Michaud (cantante principal y guitarra rítmica) se le iba un poco una cuerda, corregía, mueca al técnico, sonrisa jocosa a alguna y a seguir.Y es que ya desde el principio chispeaba: “creo que esté va a ser uno de esos conciertos imborrables y más felices de mi vida” susurraba un amigo.

La versatilidad y maestría de Pedrum Siadatian (guitarra principal) a la hora de componer melodías y arreglos se mereció una declaración de amor, a lo que contestaron “nosotros también amor para vosotros”. El sumun llegó cuando les pedimos un tema de Human Expression, momento en el que el bajista Spencer Dunham nos miró fijamente y preguntó : what are you saying? Oyó bien lo que les suplicábamos, pero pasaron al siguiente tema sin más aspavientos. De repente: “ahí va Human Expression, Y se tocan el Calm me down.

No sabemos si la llevaban preparada o si aprovecharon el doble concierto para tocar una cover de uno de los grupos que más les flipan, tal y como nos confesó el batería Matthew Correia en una reciente entrevista para Ruta 66. No sólo de voces y coros hipnotizantes viven estos gigantes venidos de Los Ángeles. En cada uno de sus dos discos tienen una canción instrumental dignas de las mejores mañana soleadas, Ferus The Gallery es el Worship The Sun revitalizante que necesitábamos.

Después vinieron el pah-pah-paah-aa de Buffalo Nickel y los acordes cortantes de Follow you down regalándonos uno de los orgasmos musicales que más recordaremos. Parecía que tenía que parar pero no había manera, había un Catamaran. A seguir disfrutando de la mejor brisa de la Costa Oeste.

PD: Horas después del final del bolo nos pasamos por Wurlitzer Ballroom y allí estaba Mathew, el cantante, más solo que la una pero con cara de querer pasarlo bien. Le enganchamos a nuestra velada, nos echamos unas copas, unas risas y algún que otro abrazo de fan, y acabamos al grito de «Allah-Wurli-eeeeee!».

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