Como tantas otros jóvenes españolas, Lourdes Hernández se ha ido a vivir y a trabajar al extranjero. Pero ella puede decir que no ha sido por necesidad, sino por puro gusto, por la curiosidad de descubrir nuevos paisajes urbanos, gente diferente, y de paso para escapar de una imagen pública que le ha dado ciertos quebraderos de cabeza extramusicales en nuestro país. Eligió Los Angeles, y allí ha nacido su tercer disco, el más eléctrico y también el de atmósferas más densas y elaboradas. Una pequeña epifanía viendo a Low en directo y la producción de Joe Cicarelli son algunos de los porqués de “Agent Cooper”.
¿Cuánto ha hecho California por el crecimiento de Russian Red que se palpa en el disco?
Mucho, hay algo geográfico, en las sinergias entre las ideas de la gente, que te invita a creer en ti mismo, a hacer las cosas con 
libertad, y eso para mí es muy importante, lo necesitaba mucho. En Los Angeles hay gente muy inspiradora, y sin fanatismos. Gente que admiras te los encuentras tomando un copa o al salir a cenar, y todos actúan con mucha naturalidad. Da la sensación de que formas parte de algo.
El disco tiene diez canciones con diez nombres de hombre. ¿Cómo surgió la idea?
No me di cuenta de que loe staba haciendo así hasta que ya estaba medio hecho. En “Fuerteventura” tenía “Tarantino” y “Nick Drake”, y seguí esa línea de basarme en personas que me gustan por los universos que crean. El proceso fue muy íntimo, buscando algo de esos universos que pudiera hacer mío. Todos estos hombres me han hecho crecer de alguna manera, o me han hecho llegar a algún sitio. Algunos periodistas han dicho que en este disco rindo cuentas, y es todo lo contrario.
Sí, no me ha parecido encontrar nada que denotara excesivo rencor.
Nada, nada. Sólo una tontería, en “John Michael”, que me meto un poco con la voz del chico que pasó de mí cuando estaba en el cole.
Imagino que ese concepto inicial hizo más fácil que viera el camino a seguir a la hora de ir componiendo, también como sí sintieras que tomaba las riendas de las relaciones con esos hombres, como narradora…
Esto de hacer un disco con nombres de personas ya se habrá hecho mil veces, no sé si de manera tan explícita, pero yo lo hice a mi manera. Goldfrapp lo hizo con nombres de chicas, creo. Y sí, hizo que todo fuera muy fluido, he sentido ese control, me he sentido poderosa en cuanto a tener el control sobre lo que tenía que hacer.
El agente Cooper de Twin Peaks sí es un amor de lo más platónico.
Sí, me parece un personaje fascinante porque es raro, misterioso, pero a la vez capaz de encontrar la belleza en las cosas más inesperadas. Es uno de los personajes con los que más se identifica David Lynch, y como me gusta tanto David Lynch…
¿Viste la serie en su momento?
No, la vi hace cuatro años, de un tirón en una semana y media.
Precisamente al poco de anunciar el título de tu disco, surgió el rumor de que David Lynch retomaba la serie.
¡Ojalá! Creo que al final es mentira, no lo tengo claro. Leí en alguna parte que todo era mentira. ¡Qué pena! El caso es que así se alineaban los planetas por completo, ya que además, el vestido que llevo en la imagen de portada, es uno que me puse una noche que me contrataron para cantar an una fiesta privada en Madrid en la que estaba David Lynch. Esa noche decidí que el disco se llamaría “Agent Cooper”. Esa noche también comprendí que me había liberado de las etapas anteriores de mi vida, y que empezaba una nueva.
La guinda más curiosa es la canción “Alex T”, dedicada al cantante de Arctic Monkeys.
Sí, es otro tipo de amor. Está el platónico, el adolescente, el inspirador (como en este caso «Neruda»), el pasional, y el de Alex 
Turner, que es el amor platónico por excelencia. Alguien a quien admiro, que forma parte activa de mi inspiración, y al que no conoces, pero sientes cosas por él.
O sea que te gustaría conocerle.
Me lo he encontrado en Los Angeles, ¿sabes?
¿Ah sí? ¿Y de charlar y todo?
Sí sí. Si es que todo el mundo habla con todo el mundo. Sueñas con un tío y te lo encuentras, ¡guau!
Y sabe que le hiciste una canción?
No… No lo sabe. Pero bueno, es sueño cumplido. Ya le he conocido.
¿Has escuchado el ultimo de Arctic Monkeys?
No, sólo tres canciones. Me lo tengo que comprar ya.
Debo ser de los pocos a los que le ha parecido una puta mierda, así de claro te lo digo.
¿Sí? Tengo que escucharlo. Ahora tengo más curiosidad.
¿Con Cicarelli todo bien? ¿O te rompió esquemas alguna vez?
Sí, pero eso es enriquecedor al final. Tienes que estar dispuesto a escuchar argumentos y a replantearte las cosas. El que hace canciones puede vivir demasiado encerrado en sí mismo. Tu momento es el de componer. Luego al grabar, empiezas a compartir el disco con otros y tienes que empezar a abrirte. Si elijo a alguien para que forme aprte de mi disco, es porque tengo confianza en que podré dejarme llevar por su opinión cuando lo crea conveniente.
AMPLIACIÓN DE LA ENTREVISTA PUBLICADA EN ABC
