Mick Farren muere con las botas puestas

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mick farrenEl cantante de los míticos Deviants ha fallecido este domingo, tras derrumbarse sobre el escenario del Borderline londinense mientras daba un concierto con una nueva formación de la banda.

FarrenAquí no vamos a entrar en detalle acerca de su polifacética vida (colaboró con Motörhead, Hawkwind o Wayne Kramer, formó los Pink Fairies en 1971, y después fue un gran escritor), sólo queremos recordar con la Excavación del Día el increíble «Ptooff!», el debut de los Deviants editado en 1967 (luego vendrían «Disposable» y «The Deviants 3»), una auténtica bofetada al hippismo en pleno verano del amor.Deviants-Ptooff

Los Deviants, primero llamados Social Deviants, lanzaban con sus canciones auténticos cuchillos a los mensajes de paz, amor, flores y “buenos viajes”, a través de unas letras subversivas e incluso antiautoritarias, que hablaban del rechazo a la sociedad y de las drogas en su sentido más oscuro y autodestructivo, a veces con una frialdad extrema, a veces con ironía. Todo un ptoof! en la jeta del flower power.

Arrasaron en la escena underground de Londres (este disco, producido por ellos mismos con un préstamo de 700 libras que les hizo un joven millonario amigo suyo, vendió más de 10000 copias al poco de salir), dando conciertos rabiosos y llenos de excesos con todo tipo de drogas, convirtiéndose en el grupo-banda sonora de los más álgidos momentos de protesta juvenil de finales de los sesenta en Inglaterra.

M FarrenEn Detroit los MC5 ya habían puesto la semilla del punk como (los Stooges no habían nacido aún, y obviemos referencias como Los Saicos, etc…), pero al otro lado del charco no se experimentaba con música parecida. Entonces los Deviants traen al mundo este “Ptooff!!”, un pequeño monstruo de 34 minutos que mezcla la psicodelia, y el punk al modo de un engendro a medio camino entre los Mothers of Invention y el grupo de Iggy y compañía, sobre el cual ejerció alguna influencia a buen seguro, no sólo en la música sino también en la actitud. No hay más que oír la primera canción, “I´m Coming Home”, una auténtica punkada al modo Stooges, en la que Mick Farren, líder y vocalista del grupo, canta a su propio ego en una progresión enfermiza que acaba llevando a la pura psicosis. Toda una delicia, una joya imprescindible en cualquier colección.

Las increíbles “Charlie”, “Garbage” y “Deviation Street” siguen en ese estilo, si bien en las dos últimas se notan más las influencias de Frank Zappa a la hora de imprimir un poco de demencia en lo que ya de por sí es salvaje.“Nothing Man” pone aún más de manifiesto dicha influencia, pero en su vertiente más freak, pues es una composición cacofónica y perturbadora de más de 4 minutos. La sorprendente balada “Child of Sky” y la instrumental “Bun”, ponen un poco de calma dando el toque melódico entre la distorsión reinante en un disco anárquico que, aun siendo corto y muy bizarro, se ha ganado su hueco indiscutible en la historia del rock.

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