Entrevista con OLIVENZA: “¿Sonar en los 40 Principales? Uf, mal rollo”

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La pareja artística que forma el núcleo de Olivenza, banda de folk con alma fronteriza (en la línea gravitatoria de Calexico o Depedro, pero llevado a lo luso-extremeño) que debutó el pasado noviembre con álbum homónimo, parece gente muy tranquila, sin prisas. Cira Fernández (voz) y Raúl Marques (guitarra, trompeta) nos esperan sentados en una terraza pegadita a la desgraciadamente difunta tienda de la UFI, en la Plaza Matute de Madrid, tomando un té con la calma de los non urbanitas, mirando las musarañas, distraídos y relajados. También es verdad que tienen motivos para estar tranquilos: su disco debut ha resultado ser todo un éxito, pues nuestra lista de lo Mejor de 2012 es sólo una de las muchas que lo incluyen, y ya toda la prensa musical empieza a tomárselos muy en serio. Esta es su historia (y apuntad esta fecha: 7 de febrero en la sala Galileo de Madrid).

Este es uno de esos debuts que no lo parecen. Suena a banda muy consolidada.

(Raúl Marques) Todos hemos tenido una trayectoria larga como músicos, y nos juntamos hace unos cuatro años para este proyecto. Primero para charlar sobre el concepto, grabar maquetas, etc… Y hace dos o tres años empezamos a tocar en directo estas canciones.

Las canciones del disco tienen dos años como mínimo, entonces.

(Cira Fernández) Sí, algunas incluso más.

¿Qué hacíais antes de juntaros en Olivenza?

(R. M.) Yo había hecho cosas en Portugal, pero llevo ya diez años en Madrid, tocando jazz, funk, rock, electrónica, salsa incluso…

(C. F.) Yo había colaborado con músicos extremeños, como intérprete, como compositora… con Julien Elsie por ejemplo, con Gecko Turner, Nacho Campillo… Con mi hermano también monté un proyecto que se llamaba Cira y yo. Luego, cuando llegué a Madrid en 2006, llamé a Raúl y le dije que tenía unas canciones que quería tocar.

(R. M.) Ese fue el germen de Olivenza. Entre los dos empezamos a buscar los arreglos para las canciones y a definir el espíritu del grupo. La parte final del proceso fue plantear la grabación y los colaboradores.

«Campi» Campón, Borja Barrueta (Jorge Drexler), David «el Indio» (Vetusta Morla), Jairo Zavala…

(R. M.) Yo colaboro con Jairo en Depedro, y desde ahí conocí a los demás. También está Miquel Ferrer, de Soul Vigilantes… A cada uno les pedimos una cosa en concreto, teníamos una idea clara de qué queríamos de cada uno.

Olivenza tiene dos cosas en común con Calexico: el aire fronterizo de la música, y el hecho de que ambos son lugares físicos, uno entre España y Portugal, el otro entre EE.UU. y México.

(R. M.) Sí. Además yo tengo relación con Sergio Mendoza (colaborador de Calexico), que me invitó a tocar con él este año.

¿Cómo están siendo las primeras reacciones ante el disco?

(R. M.) Muy buenas, hemos tocado en Badajoz, Mérida, Zamora, País Vasco, Madrid, y la verdad es que hemos visto reacciones que no nos esperábamos. A lo mejor no viene demasiada gente a vernos porque todavía estamos empezando, pero el que viene disfruta mucho, y nos compra discos.

(C. F.) El que no se identifica con estas sonoridades no le gusta, pero al que le gusta, le gusta mucho. No estamos en una línea habitual, o mainstream, por eso es comprensible que haya que rebuscar un poquito a nuestros futuros fans. No buscamos sonar en los 40 principales.

¿Y si un día os pincharan en los 40 Principales?

(C. F.) Uf, mal rollo.

(R. M.) Eso sería señal de que la cultura musical en España ha dado un giro radical, cosa que no veo muy probable.

(C. F.) Algo muy raro sería eso.

¿Cómo es la composición de las letras? Parecen muy impulsivas.

(C. F.) El grueso sí surge de impulsos, pero luego sí las reviso mucho y las voy cambiando, adaptando a la música de Raúl… Pero en general salen de una manera muy rápida. Siempre estoy escribiendo y componiendo, es algo muy natural en mí.

Entonces tendréis canciones para un próximo disco.

(R. M.) Hay cosas por ahí, pero cuando nos pongamos a ello, preferiremos crear algo nuevo y no tirar del cajón. Es mejor crear cosas fresquitas que ponerse a recuperar canciones perdidas en el paso del tiempo, que además no se corresponden con el concepto del disco.

O sea, que marcáis unas pautas para el tipo de canciones que contiene cada disco.

(C. F.) Más o menos, pero tampoco nos imponemos nada de manera estricta. Tampoco voy a coartar los sentimientos que me salen en una canción por el hecho de que no se adapten al “concepto” del disco.

«Vamos a intentar entrar en el circuito de festivales de verano, aunque es bastante difícil porque el indie domina mucho el cotarro»

Este disco me transmite un apego muy fuerte por la tierra, por el campo. ¿Sois poco urbanitas?

(R. M.) Sí, sí. Yo de chaval vivía en un pueblo pequeñito cerca de la montaña, y el disco tiene ese punto. Yo me fui a vivir a Colmenar Viejo porque necesito tener mi pedacito de tierra, mi huerto, pescar… sentir una conexión fuerte con la naturaleza.

(C. F.) Tenemos un respeto masivo hacia la naturaleza. Yo de hecho, vengo de una zona de España donde tenemos la naturaleza en estado más salvaje del país, Extremadura sigue siendo muy virgen, muy poco sobrepoblado.

Como trompetista, ¿qué influencias tienes como las más fundamentales? Me viene a la cabeza “Alone again or”, por ejemplo.

Sí, pero más que de Love, tengo influencias de los mismos Calexico, que versionan esa canción, y sienten una gran pasión por Love. El estilo de manejo a la trompeta, así como fronterizo, es totalmente diferente al del jazz, por ejemplo. Y Calexico son una influencia fundamental en ese sentido.

¿Qué planes tenéis para 2013?

(R. M.) Vamos a intentar entrar en el circuito de festivales de verano, aunque es bastante difícil con nuestra propuesta, porque el indie domina mucho el cotarro.

Sí, ese cartel sempiterno de Love of Lesbian+Lori Meyers+Vetusta Morla.

(C. F.) Jajaja, efectivamente. Pues a esos festivales, NO vamos a ir, jajaja. No, en serio, si nos lo ofrecen de puta madre, pero…. Habrá que ver qué festivales nos interesan.

Womad, SOS 4.8, La Mar de Músicas… ¿no?

(R. M.) Eso es. También hay un circuito de festivales pequeñitos de música folk, en el que nos será más fácil ir metiendo la cabeza. Fuera de España también hay algunos festivales que tenemos que chequear. Alemania, Francia, Austria, Suiza son países que esperamos visitar después del verano, tenemos algunos contactos que pueden funcionar.

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