FRIDA LAPONIA – «Pacas Go Downtown»

por
Género: Pop, Experimental
Sello: Fake Records

8/10

Es de agradecer encontrar rarezas como la de Agustín Fernández Mallo y Juan Feliú. En una escena sobresaturada de cosas mediocres o cosas que dejan de crecer por estrechez del habitáculo o de las paredes que dibuja Matrix, Frida Laponia son un monstruo abisal, un cracken descontrolado pero inteligente sacado de los sueños más bizarros de Julio Verne.

Sin embargo, el monstruo es delicado a la vez, tiene modales, monóculo, y sabe tocar bien, y sobre todo, es libre y creativo, algo que muchas propuestas musicales no conocen.
Hacer una crítica pormenorizada de un trabajo así es, no sólo complicado, sino algo inútil, es decir, ceñirse técnicamente a analizar instrumentos, sonido y grabación, o voces y textos es posible y quedaría muy profesional, pero, ¿queremos hacer eso? Como decía Resines en sus sueños,  «no se le pueden poner puertas al mar» y volvemos a recordar que estamos hablando de un cracken descontrolado que nació de un método de trabajo casi automático y anárquico, experimental, con instrumentos tocados que a cada uno le apetecía en cada momento, reconstrucciones a partir de samplers y grabaciones del otro grupo de Juan, Vacabou y también fragmentos de poemas recitados de memoria, panfletos publicitarios o diccionarios. Español e Inglés, poesías y voces escondidos tras las letras y así todo en un microcosmos en que se convirtió el estudio de Juan en 2011.
«Como me flipan los romanos/Spiral Jetty» Son dos en una, una buena tarjeta de presentación a lo que es la obra, perfecta y atractiva, dos idiomas, dos canciones, nexo de guitarras distorsionadas y arritmia manifiesta. La letra ya nos va a dejar con el culo torcido, pero es una genialidad.
«Aviones a escala» mete «Sábana Santa: muro de Facebook» en la misma frase, no hace falta decir nada más. «Let me drop everything» Era algo que leían en una taza del estudio. Hay un loop de algún sintetizador que nos introduce al título/estribillo, para seguir con un recitado enérgico y pegajoso que hace del tema de lo mejor, «Siempre has pensado que la realidad no existe, o al menos que la tuya la vive otro» Genial. Huele a Pop y es muy original, ¿alguien da más?
«Freddy Pelayo» es la más Lynch de todas, hay Punk en ella, hay paranoia y no hay ni un sólo ápice de sentido entre frase y frase.
«Oreja for drama» es una noticia de «sucedió en Madrid», un suceso envuelto en una acústica tranquila, casi sin batería, y voz otra vez escondida tras la principal, y fin.
«La noche de los peluches vivientes» es la otra gran canción del disco, parece que va a seguir en la línea sombría y siniestra de las anteriores, hasta que rompe en la segunda parte del tema con «el frente de acción peluquero» con esas trompetas de sintetizador y esa batería eléctrica latosa, escúchenla tres veces y tarareo y risas asegurado, otra vez asoma el Pop potencial de Frida Laponia, pero este super calamar es muy libre y muy raro. y cierra que hay corriente…
«La línea azul» Abre otro campo, más etéreo, otra vez en inglés y español y más lento, con más recitado. Nexo del álbum con Google Earth.
«Quemando isótopos/Open your package» mezcla otro sueño inconexo con las instrucciones de la susodicha batería.
«Pacas go downtown» es otro gran tema, el que da nombre al trabajo. Otra vez el spanglish, guitarras y «mitos de un futuro próximo», partes de rabiosa distorisón y partes muy tranquilas, con algo que gira en todo el trabajo, la sensación de temas bien melódicos, con partes bien diferencidas en planteamiento, nudo y desenlace, a pesar del caos.
«I’m a pony» arranca y se desarrolla tranquila con esa única letra y casi sin sobresaltos musicales y «El gran desnudo americano» nos deja un texto en inglés oculto, según reza el libreto, y cierra triunfalmente el álbum, con un ritmo ascendente entre fraseo y fraseo, quizá con la melodía más amable del disco y cortado en una de las duraciones más cortas del mismo.
El hecho de conseguir que el oyente desconecte un rato su cerebro pensante y se adentre en las señales que le manda el álbum en dirección a su subconsciente, me parece un logro importante, así como dejar al arte lo que es del arte, cerrar las puertas a análisis concienzudos de personas ajenas al disfrute exclusivo de una obra concreta, y ya me cayo, señoras y señores, escúchenlo y juzguen ustedes mismos, a mi me parece que le vamos a dar un pedazo de 8, sólo por ser raro, sólo por ser nuevo.

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