El festival Tanned Tin celebrará su próxima edición entre el 7 y el 10 de febrero en Castellón de la Plana.
MASSIMO VOLUME: Los de Bolonia (nacidos en invierno de 1991) nos otorgan el honor de debutar en los escenarios de nuestro país trayendo consigo su estilo personalísimo –y vinculado al colectivo literario de Wu Ming-: canciones de impacto, textos poéticos y afilados, spoken word, distorsión, post-hardcore, ruido y melodía. Llevan casi dos décadas como el grupo de culto más prestigioso de Italia y militando 
como tal han desarrollado un arsenal impecable a través de cinco álbumes llenos de versos, silencios y tensión. Tras separarse en el 2002, volvieron a la carga en 2008 para entregar un último elepé, Cattive Abitiduni, que les muestra en plena forma: piezas magistralmente recitadas, bases rítmicas incendiarias, jazz, math rock y hasta paseos por el hip hop. Únicos.
STEALING SHEEP: Si una banda simboliza el espíritu del “Hazlo tú mismo” aquí y ahora, hay que hablar del trío de féminas Stealing Sheep, proveniente de Liverpool y con querencias por el Noise-pop y por la folktrónica psicodélica; tal cual. Sintetizadores medievales, armonías corales, ambientes sepulcrales, lo-fi, alquimia lírica, drones y guitarras cálidas, que pueden hacerte recordar tanto a Windy & Carl como a Catpower. Gracias a su álbum de debut Into the Diamong Sun, demuestran una versatilidad asombrosa, entre el post-rock y el post-punk, la electrónica y los madrigales, Fairport Convention y The Go-Go’s, Talking Heads y… el más allá. Un proyecto único e inclasificable que el Tanned Tin tiene el privilegio de presentar en sociedad.
FASENUOVA: Maltrato ruidista extremo, ritmos repetitivos y envolventes, esqueletos de melodías rotas por repentinas descargas de gritos salvajes. Sus conciertos dejan un rastro de sensaciones insanas y rezuman una extraña atmósfera de peligro. Roberto Lobo y Ernesto Avelino llevan casi 20 años facturando sonidos hipnóticos y asfixiantes en pleno corazón de la cuenca asturiana. Al igual que hicieran en su día Esplendor Geométrico, Suicide, Throbbing Gristle o Cabaret Voltaire, Fasenuova han ido y siguen yendo a su bola, sin chupar rueda de nadie, con un sonido totalmente personal: sintetizadores analógicos, ritmos repetitivos y aullidos amplificados por una elevada carga eléctrica.
TIGERCATS: Tigercats son los hermanos Giles y Duncan (al bajo y la voz cantante respectivamente), Jonny (batería), Stefan (guitarra) y Laura (teclado, voces). El sonido de estos londinenses de pura cepa es fresco, frenético, vitalista; beben del post-punk, del afro-pop, del twee-pop, de bandas como Violent Femmes, Buzzcocks, Hefner, Givers o la Velvet, pero con una urgencia y un ímpetu que les hace únicos. Las 11 canciones de su álbum de debut Isle of Dogs son emocionantes y pegadizas y reflejan el espíritu del grupo y su afán por sonar entusiastas y contagiar carisma, seguridad y ganas de bailar cuando haya ocasión. De ellos ha dicho Darren Hayman que “son realmente buenos. No en el modo en el que mucha gente dice que un grupo es bueno, sino buenos de una manera que de verdad significa algo y permanece”.
LISABÖ: Cada paso de Lisabö es un pequeño acontecimiento. Son poco prolíficos, sus conciertos son experiencias desarmantes y no existen grupos que se les parezcan, tanto dentro como fuera. Animalia lotsatuen putzua, su último e intensísimo trabajo, es un álbum extenuante, punk, hardcore y Noise en una inspirada coctelera. Escucharlo del tirón es agotador, y sin embargo no resulta fácil interrumpirlo. Ellos cuentan que, tras meses de intentos, el grueso de cada disco lo hacen en cuatro semanas y que cambian la mitad cuatro días antes de entrar a grabar. Apuran las fechas mucho más allá de lo razonable. Es lo único que su tiempo les permite y han aprendido a funcionar con esa urgencia extrema. La misma con la que se plantean sus directos, el espejo de aumento el que sus canciones alcanzan su máximo esplendor.
JULIE DORION: Ex bajista del grupo de noise-pop psicodélico Eric’s Trip, Julie Doiron se ha ido acercando progresivamente a un folk casero e intimista que la sitúa a la altura de artistas como Hope Sandoval o Kristin Hersh. Con una docena de discos editados (uno de ellos ganador en la categoría de mejor álbum del June, equivalente canadiense al Grammy, en el 2001), la de Montreal se ha asentado como una de las cantautoras más expresivas y emocionantes de su generación. Su flamante elepé, So Many Years, ahonda todavía más en historias de calado íntimo y sensibilidad extrema, expresándose como si estuviera justo aquí al lado, casi resoplando en nuestro oído. Con el pulso firme de un Will Oldham en la pluma y la capacidad de encontrar tesoros en la sencillez de un Nick Drake, Julie Doiron trenza melodías que, aun agridulces, destilan sobria ternura y emoción directa.
PETER J BRANT / BEN & BRUNO: Las canciones de Ben & Bruno narran la historia de Ben, un huérfano que es abducido por una secta religiosa por culpa una mujer de la cual se enamora locamente. Ella acaba en prisión y el rehace su vida, crea una familia, tiene hijas y un perro llamado Bruno, pero nunca podrá librarse de aquellos días. Ben and Bruno es el proyecto de Peter J Brant, acompañado por gente distinta a largo de una carrera casi secreta que no ha dado más que alegrías a los amantes del folk más delicado y esquelético: Little Wings, Neil Young, los Herman Dune del “Más cambios” o unos Red House Painters bienintencionados. En el festival pisará por primera vez España para repasar algunas de sus canciones más celebradas y presentar lo que será su nuevo disco, el primero firmado con su propio nombre.
TOTI SOLER: Es completamente imposible hacer un repaso de la música catalana de los años 60 y 70 sin nombrarlo por lo menos un par de veces. Formó parte de Picnic, el primer grupo de Jeanette, de los Om que acompañaron a Pau Riba en el primer volumen del mítico “Dioptria”, fue escudero de Ovidi Montllor, acompañó Maria del Mar Bonet, a Leo Ferré, a Jordi Sabatés, a Francesc Pi De La Serra, a Taj Mahal, fue alumno de Diego del Gastor… Unas excelsas compañías que alimentaron una carrera en solitario brillante y todavía en activo. Su personalísima forma de tocar la guitarra, combinando guitarra clásica, flamenca, jazz y folk, es uno de los sonidos más identificables de la Nova Cançó catalana, y discos como “El Gat Blanc”, “Liebeslied”, “Epigrama” o “Vida més alta” dan buena cuenta de ello. Un clásico nunca suficientemente reivindicado.
MAHER SHALAL HASH BAZ: Misteriosos, casi infranqueables, Maher Shalal Hash Baz son el grupo de culto definitivo. Dice Stephen Pastel que su disco Return visit to rock mass le cambió la vida, y que creó Geographic Records a finales de los 90 para poder enseñar al mundo su música. No nos extraña ni un pelo. Lo que se sabe de ellos no es mucho. Tori Kudo, su líder, formó parte de Noise con Keiji Haino, formó parte de un grupo terrorista de extrema izquierda, se hizo testigo de Jehová para acabar liderando Maher Shalal Hash Baz, una orquesta invisible de no-músicos improvisando a alrededor de canciones que son apenas esqueletos de canción. La gente que ha trabajado con el dice que tocan sin apenas indicaciones, con instrumentos que no han aprendido a manejar, en la cuerda floja y a merced del error, a pesar de lo cual su música siempre es bonita, inocente y silbable.
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Recordamos que los abonos seguirán al precio de 55 euros cada uno hasta el 30 de septiembre y que pueden seguir adquiriéndose aquí y aquí. Contamos, además, con una interesante oferta de pack ABONO + HOTEL.
A partir del 1 de octubre los abonos pasarán a costar 75 euros, y desde el 30 de noviembre alcanzarán su precio definitivo de 95 euros.
Tras la exitosa edición del 2012 y hechos tan reseñables como el haber sido responsables de una de las giras de la década, la visita a España del increíble fenómeno pop y artista visual “outsider” norteamericano Daniel Johnston, el Tanned Tin se celebra los próximos 7, 8 , 9 y 10 de febrero, de nuevo en el Teatro Principal de Castellón como privilegiada sede del evento.
