Género: Heavy Metal
Sello: Santo Grial Records
9/10
Un quinteto madrileño de heavy metal, con chica al frente, destaca estos días por traernos a colación las mejores esencias del rock motorizado ochentero en un plástico que a pocos dejara indiferente, recordando aquella leyenda imborrable llamada Santa.
Si la banda de Azucena regaló -a mediados de los años ochenta- himnos inolvidables para viejos rockeros como “Sobrevivir”, “Huérfanos de las tormenta”, “Héroe de papel”… la banda que nos ocupa, OKER se marcan un apócrifa “Reencarnación”, con trallazos tan potentes que te vuelan la cabeza y títulos explícitos como “Rebeldes de acero”, “Yo mismo”, “Quiero rock”, “Voy a marcharme”, “Burlando a la muerte”, “Traidor”… o la homónima canción que da nombre al grupo, con un añadido expreso como severa declaración de intenciones: “Nadie nos va a parar”.
Afiladas líneas de guitarra y áspera lírica urbana se deslizan por un puñal sonoro de puro heavy-metal. Los aficionados al género están de enhorabuena, Oker suenan 100% a los primeros Santa. Tal es la calidad del disco que tenemos entre manos, que si en 1986 se hubiera presentado este trabajo como la continuación de la banda de Jerónimo Ramiro, Bernardo Ballester y compañía, en vez del flojo y medieval “Templario” (con la nueva cantante porteña Leonor Marchesi), la peña se hubiera relamido de gusto. Xina, Lolo, Destroyer, Juanky y José son un quinteto que dará mucho que hablar de seguir en estas tesituras tan auténticas, elaborando puro rock, de 24 kilates.
