6 años sin SYD BARRET

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Bueno, en realidad eran muchos más los que el bueno de Syd llevaba ya en otro mundo. Porque su música no parecía de este. Quizá por eso su nombre pertenezca a esa liga de hombres extraordinarios que desaparecieron de forma trágica y temprana, y no a esa otra, a la que pertenecen todos los que supieron (o pudieron) verle las orejas al lobo y evitar dejar un cadáver joven y bello.

En nuestra Excavación del Día le recordamos con «Opel», una de las canciones más misteriosas de su repertorio, que quedó inédita durante años para desesperación de sus fans. Finalmente salió publicada en 1988, en un álbum de rarezas.

 

Fue el 7 de julio de 2006 el día que esta gran alma musical nos dejó para siempre. Se podrían escribir ríos de tinta (o de pixels, qué se yo) sobre su figura, ascendida a los altares del rock durante sus días con Pink Floyd, y descendida a los infiernos de la locura cuando su maltrecha cabeza no pudo soportar la presión del éxito y sobre todo del consumo abusivo de alucinógenos. Pero para conocer su vida un poco mejor, recomendamos encarecidamente la lectura de «Crazy Diamond» (de Mike Watkinson y Pete Anderson), un libro escrito con tanto rigor como cariño, que parte desde la infancia de Syd hasta sus últimos días, mostrando muchas de las experiencias que conformaron su compleja personalidad. Por momentos es terrible, pero no deja de ser increíblemente ilustrativo. Reeditado el año pasado por Munster Books.

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