Género: Thrash-Death Metal
Sello: Roadrunner
PUNTUACIÓN: 8
Impresionante, lo que Max Cavalera ha podido hacer a estas alturas. Con un mojo parecido al de «Chaos A.D.» o «Proud to commit commercial suicide», el ex Sepultura ha vuelto a dar con esa tecla perfecta para fusionar tribalismo y apocalipsis dentro de los registros thrash-death más ortodoxos y endurecidos, con adictivo resultado.
Con una sobresaliente producción, Cavalera ha aprovechado el talento de sus nuevos músicos (excepto su guitarrista, que es el mismo) en un discazo que reúne las mejores canciones que le hayan salido en muchos años. Además, el claro homenaje que rinde a bandas como Cannibal Corpse, Morbid Angel y otros tótems del death -también europeo, ojo- no queda en simple anécdota, sino que convierte este trabajo en una obra maestra en la que encontrar brillantes referencias a diferentes mandamientos y legados del género, con tanta nostalgia como respeto y talento innovador.
Demolición absoluta desde la intro, técnicas de súperhombre en todos los instrumentos -los breaks de batería son directamente imposibles-, garra y fuerza vocal en toda la cara, una estupenda colaboración de la prole Cavalera, un matador tema en castellano, alguna sorpresita «clásica»… amigos, el octavo trabajo de Soulfly es un headbanging generator total, lleno de ritmos pegadizos, con alma propia y acertadas ínfulas de zeitgeist en las letras para redondear la jugada. Ultra recomendable, tanto para continuar siguiendo la estela discográfica de Soulfy, como para reengancharse a la brutalidad sonora que te volvió loco cuando eras un chaval.
