JON SPENCER BLUES EXPLOSION: “Revisar nuestra discografía ha hecho que nos pongamos más agresivos en nuestro nuevo álbum”

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Elegante bestia parda igual que Jimi Hendrix, Jon Spencer es un caballero fuera del escenario y un salvaje dentro de él. Una virtud envidiable que se une a otras muchas: exquisito paladar, afán renovador, sabio respeto por los clásicos, impecable oficio… Con el recuerdo de su crudísimo concierto en El Sol el año pasado (con Heavy Trash, aquí nuestra entrevista de entonces), comenzamos a charlar amigablemente por teléfono con este personaje imprescindible del lado genuino del rock del último cuarto de siglo, comenzando por sus palpitantes primeros años en la escena underground de N.Y. –Pussy Galore y mucho más-, su vena experimental –sus ensayos con otras formas de hacer música, sus proyectos paralelos- y su presente gira con la Jon Spencer Blues Explosion, que celebra el 20 aniversario de su debut homónimo, y que arranca hoy mismo en la sala Capitol de Santiago de Compostela, pasando también por Madrid (viernes 16, Joy Eslava) y Barcelona (sábado 17, Bikini). Entradas AQUÍ.

Hola Jon, quería decirte que te he visto varias veces, tanto en salas como en festivales, tanto con la Blues Explosion como con Heavy Trash, y tu último concierto en Madrid con Heavy Trash fue algo fuera de serie. Estás en plena forma.

Oh sí, recuerdo ese show, en El Sol. Salió muy bien. Agradezco mucho que tengas esa opinión.

Siendo esta una gira de celebración del 20 aniversario de vuestro primer disco, ¿podemos esperar un repaso a fondo del mismo, o será un recorrido por la historia de Blues Explosion, ya que también acabáis de reditar todo vuestro catálogo?

Tocaremos canciones de todos los álbumes. Sí, será un recorrido por toda nuestra carrera para darle cancha a las reediciones que mencionas, y que hemos ido publicando a lo largo del pasado año. Preparándolas hemos redescubierto muchas viejas canciones que estamos deseando tocar para vosotros, pero lo mejor quizá sea que os vamos a presentar nuevo material perteneciente a nuestro próximo disco, que ya tenemos terminado, y que en verano ya debería estar publicado.

¿Cómo ha sido el trabajo en el Key Club Studio de Nueva York? Creo que el sonido del disco tiene un aire a vuestros orígenes…

Trabajamos muy duro allí durante el pasado mes de octubre, y sí, al menos es lo que yo creo: hemos ido hacia el sonido agresivo y la energía de nuestras primeras grabaciones. Definitivamente, la elaboración de las reediciones nos ha influido mucho al hacer este disco. Revisitar nuestros primeros días ha tenido un claro efecto en las canciones, las ha imbuido del carácter primitivo que caracteriza a nuestros orígenes.

De todos modos, he leído que trabajando en las reediciones te sentiste como si trabajaras con el catálogo de otra banda.

Tu información es correcta. Había pasado mucho tiempo desde que escuché determinados temas, y aunque aún me gustan, el paso de tantos años hizo que tuviera esa sensación de enorme distancia. Casi como si escuchara a otro grupo. Es una sensación muy curiosa, de la que se pueden extraer muchas conclusiones útiles.

Te llevaste alguna sorpresa, seguramente. ¿Alguna negativa?

Sí, me llevé sorpresas, pero creo que…. (medita unos segundos) No, todas fueron buenas (risas).

Ya en los primeros tiempos empiezas a trabajar con Steve Albini. ¿Cómo era por entonces, y qué evolución ha tenido vuestra relación?

Era un gran tipo, siempre lo fue y aún lo es. He trabajado con él en Pussy Galore, también con Boss Hog, y con la Blues Explosion nos grabó el primer disco, y luego… luego volvimos a unir fuerzas en 1997, para el disco “Acme”. Es uno de esos ingenieros de sonido que siempre tienen algo útil que aportar a los músicos, es un figura.

Viene a España con Shellac en junio.

¿Ah, sí? Eso es genial para vosotros, amigo. Deberíais estar ahí para verlo u os arrepentiréis cuando os lo cuenten. Son una banda enorme.

Cuando fichaste con Caroline Records, ¿es cierto que pediste que en el contrato incluyeran para ti la caja recopilatoria de 10 CD de Jerry Lee Lewis, que acababa de salir?

Sí, es verdad… ¡pero nunca nos la llegaron a dar! Sigo enfadado con ellos por eso (risas).

Y luego, con Matador Records, pediste una caja de Stax Records.

Sí, pero tengo que explicar que en aquella época las cajas recopilatorias eran algo nuevo, y muy jugosas para los coleccionistas. Valían una pasta y eran muy codiciadas.

No pensarás que estoy insinuando que eres un friki… ¡Me parecen unos estupendos complemento del contrato!

(Risas) Sí, esas enormes cajas de CD eran como tesoros, y nosotros, estudiantes de arqueología. Esa pasión al tocar, oler y escuchar esos cofres, ese amor incondicional por el rythm’n’blues, el soul y el rock’n’roll fue lo que provocó el nacimiento de la Blues Explosion.

Preciosas palabras, Jon. De verdad creo que el rock va de gente como tú.

Oh, gracias. Joder, tío.

Es que ciertos peloteos me son irresistibles… Sigamos con el recorrido. Entonces llega el debut oficial, ¿cómo fue aquel proceso de grabación?

Éramos una banda muy joven, tan llena de energía que la mayoría de nuestras canciones tendían a ser ataques directos, y llenos de distorsión. En el estudio trabajamos ese disco a toda velocidad, con una desnudez total, pero aprendimos mucho acerca de nosotros mismos y cómo hacer crecer nuestra creatividad para posteriores trabajos. Fue como una lección intensiva acerca de cómo estar en una banda y cómo hacerla progresar.

¿Cómo era tu vida personal en 1992?

Mi memoria es alarmantemente mala acerca de aquella época, sólo recuerdo estar obsesionado con la música, y con la escena underground de garage-punk y rock’n’roll antiguo en Nueva York, influida especialmente por Jerry Lee Lewis. Mi vida giraba en torno a eso y poco más…

Hacia mitad de los 90 empiezas a experimentar con otros estilos y formas de crear música. ¿Por qué surge esa necesidad? ¿Pensabas que estabas cayendo en convencionalismos?

Creo que en parte sí estaba aburrido. Pero también sentía un deseo muy fuerte de experimentar y hacer algo realmente diferente. Creo que desde entonces Blues Explosion ha sido siempre una banda muy experimental, alejada de convencionalismos. Desde entonces empezó a marcarse una línea muy clara entre Blues Explosion y el resto de bandas garaje-punk contemporáneas. Nos alejamos de ellas en el sentido de no ser tan directos, tan tradicionales, pero sin tener ese punto de locura punk, tanto en nuestros conciertos como a la hora de grabar un disco en el estudio.

En medio de toda esa experiencia conoces a la que ha sido tu pareja y socia musical, Cristina, ¿has venido a España también como turista con ella?

Sí, su madre vino a EE.UU. desde Extremadura con 30 años, huyendo de la Guerra Civil. Hemos visitado varios lugares de España juntos.

Tu socio en Heavy Trash, Matt Verta-Ray, ha tenido alguna experiencia como productor con bandas españolas, como el caso de Help Me Devil. ¿Te cuenta cosas acerca de ellos?

Sí, hablamos de casi todo, y por supuesto sobre sus proyectos como productor porque tenemos una relación de colegas. Ahora vamos a dar un descanso a Heavy Trash por todo lo que se me viene encima con la Blues Explosion, pero tenemos un montón de canciones escritas para nuestro próximo trabajo juntos. Creo que encontraré momentos entre concierto y concierto en esta gira para ir avanzando en ellas.

Me gustó mucho su trabajo con otra banda neoyorquina, Triple Hex. ¿Sabes qué tal les va?

Ah sí, Triple Hex, están muy bien. Pero realmente no sabría decirte cómo les está yendo ahora, lo siento.

«Blues explosion es una banda punk, una banda indie»

¿Habría posibilidad de alguna reunión, reedición, nuevo material o celebración de algún tipo con respecto a Pussy Galore?

No (lo dice muy seco, y a continuación ríe, pues le han debido preguntar mucho por ello tras la fugaz reunión en un concierto benéfico el año pasado, sin él en sus filas).

¿Y con Boss Hog, que ya tuvo un reencuentro en 2008?

Ah… con Boss Hog habría más posibilidades. Sí, hemos llegado a compartir ideas para nuevas canciones estos últimos años. Quizá algún día.

El proyecto Amsterdam Throwdown King Street Showdown, también con Cristina en sus filas, me pareció muy interesante. ¿No habéis pensado en retomarlo?

Gracias, a mí también me pareció muy interesante. Lo malo fue que las casualidades hicieran que lo creáramos en un momento malo, con muchos cambios para todos. Elisabeth (“Solex” Esselink, DJ holandesa involucrada en el proyecto) se quedó embarazada y obviamente no podía presentarlo en directo… Tenía que cuidar a su bebé, y nos decía: «si mi bebé está OK, todos estaremos OK». Pero luego cada uno empezó a estar ocupado con otras cosas y se quedó parado el proyecto. Me gusta mucho ese disco, es un orgullo muy especial para mí.

¿Y ahora tienes algún otro proyecto de colaboración entre manos?

No, no hay gran cosa ahora. Entre el nuevo disco, la preparación de esta gira y las reediciones, tenía que estar pendiente de mis propios negocios, ya sabes.

¿Has pensado en editar un DVD de esta gira?

Hicimos uno de un concierto en Barcelona hace diez años. Salió increíble, amo esa filmación. Hablé con el equipo que lo grabó para publicarlo, pero no sé qué demonios pasó, que nunca vio la luz. No sé, creo que todavía podríamos editarlo.

«Mi obsesión es dar un show mejor que todos los que he dado antes. Trascender el momento»

Hay quien dice que si el rock’n’roll nació como un acto de rebelión, no debería ser tan alarmante que no aparezca en las listas de ventas de 2012.

No creo que sea una buena señal no estar en las listas de ventas. No es necesariamente una señal de que estás haciendo algo malo si vendes «demasiado», como se suele decir. Little Richard y Jerry Lee Lewis estuvieron en lo más alto de los charts y eran buenísimos.

En aquella época el mercado discográfico era menos perverso que hoy, pero… touché. En estos 20 años, ¿hay algo de lo que te arrepientas?

Supongo que sí, algunas pequeñas cosas. Pero en lo importante no porque hemos sido una banda con suerte, en el sentido de que nos lo hemos sabido montar para hacer sólo las cosas que nos apetecía. Nunca tuvimos a nadie, ni ejecutivos ni productores diciéndonos “deberías darle este toque a esta canción” o «en directo estaría bien que hiciéseis esto o aquello», siempre marcamos nuestro propio camino. Los discos que queríamos, cuando queríamos y como queríamos. Las giras que queríamos, cuando queríamos y como queríamos. Para mí eso es primordial para sentirme un artista afortunado. Somos una banda punk, una banda indie, pero ganamos dinero con ello. Eso es la verdadera independencia.

Interesante equiparación de términos… ¿Y algún logro pendiente que te obsesione?

Sí, escribir una canción mejor que todas las que he escrito antes. Dar un show mejor que todos los que he dado antes. Trascender el momento.

Ese show será lo nunca visto.

Seguiré intentando llegar hasta él cada día, te lo aseguro.

Hablando de shows memorables, siempre que vienes a España trabajas con la misma promotora, Mercury Wheels, ¿cuál es su secreto para tenerte tan contento?

Son una gente estupenda, majísimos, eso lo primero. Y después, saben qué es lo único que quiere un artista: sentir que hay un respaldo detrás, que hay alguien preocupado por que todo salga en las mejores condiciones posibles. Eso, Mercury Wheels siempre me lo ha dado.

Por cierto, antes de despedirme. Cuando vengas a Madrid pide que te pongan a los Nu Niles en algún garito.

¿Rockabillies de Madrid?

Exacto. Demasiado previsible, ¿quizá?

(Risas) No, me encanta. Lo haré, gracias amigo.

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