Cuando Little Richard decidió abandonar la música en 1957 para entregarse a la vida religiosa, su sello Specialty Records, desesperado, intentó dar con un sustituto que apañara las ventas. Un antiguo chuloputas y ocasional camello reconvertido a cantante de rythm&blues llamado Larry Williams fue el elegido. No logró convertirse en una leyenda a la altura de la «reina del rock», pero sus canciones dejaron una huella imborrable sobre el género, reivindicada por gente como los Beatles (Lennon era muy, muy fan) o los Rolling Stones que versionaron muchas de ellas. Hoy desenterramos precisamente la famosa «Dizzy Miss Lizzy», en el 32 aniversario de su oscura muerte (recibió un disparo en su casa de Los Ángeles, nunca hubo sospechosos).
Excavación del Día: «Dizzy Miss Lizzy», de LARRY WILLIAMS
