SLY STONE, casi un homeless en Los Angeles

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La atribulada leyenda del funk (su historial de drogas e idas de olla es tremebundo) vive malos tiempos.

Tras haber vivido días de gloria en los 60 y 70, Stone pasa ahora sus días en una furgoneta en un suburbio de Los Angeles, ayudado por una pareja que le alimenta y por su hijo, que hace las veces de chófer. «No quiero volver a una casa normal, tengo que seguir moviéndome», opina el músico, según el New York Post. Sin embargo, sigue haciendo música en un pequeño equipo portátil y prepara su próximo trabajo, el siguiente después de su regreso con «I’m Back – Friends & Family».

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