Crítica – MT. DESOLATION «Mt. Desolation»

por

Sello: Island Records

Género: Country, Pop-Rock

PUNTUACIÓN: 6,75

Una divergencia afortunada la emprendida por Tim Rice-Oaxley y Jesse Quin al embarcarse en el proyecto Mt. Desolation. Incluso para los que valoramos el sonido de Keane como un tanto artificioso pero no negamos sus virtudes, la ruptura con el sonido del cuarteto de Battle no es sino una acertada tangente hacia horizontes más coloristas.

Desprenderse del soniquete almibarado que habitualmente impregna la voz de Tom Chaplin a las composiciones de Keane ha sido todo un acierto para construir un proyecto que suena alegre sin ser empalagoso, vitalista sin pretender ser trascendente y desprovisto de ese tono de cierta melancolía que desgajan las notas del piano de Rice-Oaxley, más contenido que en la banda matriz pero inconfundible en esencia en esta nueva andadura. Eso sí, lo que permanece es el sentido lírico e intimista, que curiosamente viaja de fábula en la voz de Rice-Oaxley sin llegar a despeñarse por el barranco de la cursilería en canciones como “Another Night in my side” o “My, My, My”.

A cambio, Mt. Desolation nos ofrece un dignísimo trabajo que si bien no puede etiquetar enteramente dentro del country, del rock liviano o del pop, contiene elementos de cada uno de estos géneros que transforman el disco en una bocanada de frescura. El mestizaje, ya se sabe, crea hermosas criaturas. Y este trabajo, aunque lejos de catalogarse como una obra maestra, escapa a la vulgaridad y se aleja de lo manido, simplemente presentando un trabajo honesto y elaborado con placer y buen gusto. Si no es una beldad, sí se puede definir como atractivo, aunque la multinstrumentación y los variados arreglos sobrecarguen de excesivo maquillaje un disco cuyas melodías desnudas pierdan, quizá, poder de absorción.

Así, nos hallamos ante una obra muy inglesa, pero cuyos accesorios de procedencia estadounidense, limpísimos, se antojan imprescindibles para pintar imágenes novedosas sin arrebatos, desde la mesura británica.

De este country rock cocido en Gran Bretaña pero que en su primer corte ya aúna matices sureños con arreglos de violines y banjos destacan la canónica “Departure”, puro ritmo para botas camperas que habría firmado el mismísimo Garth Brooks, el medio tiempo “The Midnight Ghost”, que no desentonaría en la voz de un negro a orillas del Mississippi o la jubilosa “Platform 7”, revestida de polvo tejano en las teclas de un piano y en las cuerdas de una guitarra acústica, cuyo maridaje transoceánico ha creado un retoño que aspira a superar al padre con un amago de trayectoria divergente.

1 Comment

  1. Necesitaría la página oficial de Mt. Desolation.
    Tim Rice tiene el don de componer i Tom Chaplin el don de cantar.
    La música country se adapta mejor a la voz de Tim y el CD Mount Desolation es interesante y vale la pena oírlo dos i tres veces.
    El gusto innato por la música y el estilo británico arraigado a Tim es un atractivo digno de ser escuchado.
    Soy fan de Tim Rice.

Deja una respuesta