Entrevista con EL DROGAS: «Cuando quieres evadirte de todo es cuando caes en lo más profundo de la estupidez”

Entrevistar a El Drogas no es cualquier cosa. Es de esos tipos que transmiten rock en cada mirada, en cada risa, uno de esos tipos cuya trayectoria sólo merece la reverencia, y a pesar de eso se lanzan con nuevos proyectos por pura diversión. El próximo viernes, la banda paralela a Barricada que formó a finales de los ochenta, Txarrena («Lo peor», en euskera), dará el pistoletazo de salida a la gira de regreso y presentación de su nuevo trabajo «Azulejo Frío», en la sala Totem de Pamplona, mientras que el sábado 5 lo harán en la Razzmatazz 2 de Barcelona. Distribuido por Maldito Records, el nuevo trabajo de la banda tras 19 años de silencio, ha sido producido por Haritz Wrighy en Usurbil (Gipuzkoa) y masterizado por Steve Fallone en Sterling Sound (Nueva York). Esta noche Txarrena visitará el plató de Buenafuente, donde hablarán sobre el último trabajo de la banda  e interpretarán un tema en directo. Mañana martes el grupo estará en la Fnac Triangle de Barcelona, en la que será la última firma de discos que protagonicen, con una breve actuación acústica incluida, antes de comenzar la gira el próximo viernes en Pamplona.

En estos 19 años que han pasado entre las dos formaciones de Txarrena, ¿ha habido algún otro intento de reunir a la banda?

Este es el primer intento serio. Hubo una historia en la que nos juntamos tres de los miembros originales, para apoyar la apertura del bar de un colega. Con aquel trío toqué los temas del primer disco de Txarrena y otros cincos del disco que ha salido ahora.

¿En qué año fue aquello?

¡Buf!, en el 96 o 97, por ahí.

El sonido del disco es bastante clásico, pero hay algunos temas que se salen de esa norma, como “En otros rincones” y “Pelea de barro”, en las que se nota un poco más la aportación de cada músico en particular.

Las canciones que he ido llevando al local han pasado por las manos de Brigi, Txus y El Flaco en mayor o menor medida. Ellos han influido en los arreglos, en las estructuras, y eso ha ido dando una uniformidad al disco. “En otros rincones” es una canción que iba a incluir en la Venganza de la Abuela, pero por la temática decidí dejarla fuera. Aquella versión era un poco más afilada que esta.

¿Cómo fue el primer concierto de los nuevos Txarrena, teloneando a Marea?

Fue increíble, una gozada, además en Pamplona todos somos familia y resultó una experiencia muy guapa. La gente la lió mucho más con Marea claro, pero con nosotros también hubo mucha jarana.

En Txarrena, tus letras son menos sesudas.

Sí, lo hago también para que conecten mejor con la música. Me gusta mucho el juego que dan los 3 o 4 acordes para crear melodías, me encuentro muy cómodo en eso. Si son sesudas o no… no lo sé, todo depende, porque a veces leo letras mías y veo en ellas cosas ocultas que ni yo mismo había detectado, ¡es la hostia!

¿Cómo ha ido el tema de las agendas con tus compañeros y sus respectivas bandas?

Con Brigi este año va a ser una auténtica locura, porque saca disco con Koma en marzo. Por eso estamos ensayando con Yosu Erviti, que lo sustituirá en directo cuando no pueda estar.

¿Quiénes eran los miembros de los primeros Txarrena?

Eran un trío que se llamaba Malos Tratos, y el guitarrista Juanjo Ojeta, que me acompañó también en La Venganza de la Abuela.

¿Mantienes la relación con ellos?

Sí, pero están ya alejados del mundillo de la música. Uno trabaja como limpiador municipal, borrando grafitis y esas cosas, y los demás, también a lo suyo. Como para decirles: “deja el currelo por esto, y a ver qué pasa”.

¿Pensaste en esa posibilidad, en llamarles a ellos?

No, esta formación de Txarrena la quise hacer tal y como es ahora, me llamaba mucho la atención tocar con Brigi y con El Flaco, con quien había tenido una experiencia hace años, haciendo versiones de los Clash, los Ramones y los Pistols en un concierto para celebrar el aniversario de un festival de un pueblecito de la ribera de Navarra. A Txus lo conozco desde hace 3 años, y también decidí llamarle. Ese fue el punto de partida.

Y lo de que os llamen supergrupo, ¿te hace gracia o directamente no te gusta?

No me gusta, somos un grupo de colegas y ya está. En este país es difícil que algo se llame así, supergrupo.

¿Por qué? Sois todos músicos de primera línea.

No sé, en este país yo no sé si hay una primera y una segunda línea. Lo que hay es “no líneas”, porque ahora casi nadie puede vivir de esto.

Triste realidad… Volviendo a las letras… los temas del disco están escritos a lo largo de estos 18 años entre las dos formaciones, ¿notas diferencias a nivel de letras?

Sí, y se notan bastante. Las que hablan más de la noche como experiencia física son las más antiguas, y las que están a partir de “Azulejo Frío” y “Todos los gatos” (se pone a hacer cálculos: “en el 96 nace mi hija… la socia estaba embrazada en el 95…), que tienen quince años, hablan de la noche desde otra perspectiva, porque ya no la vivo igual. Esas hablan de la noche desde una perspectiva mental, o psicológica si quieres.

La noche tiene algo especial para la inspiración, ¿verdad?

Sí, es verdad. Se puede llegar a estados de ánimo muy particulares estando a solas por la noche.

Pero a veces, a la mañana siguiente uno lee lo que escribió por la noche y no le encuentra sentido alguno.

Es verdad, a veces pasa eso, ¡ja ja!

Pero supongo que aunque no lo entiendas, lo que hay que hacer es dejarlo así, como está.

Sí, sí, aunque haya sido una noche asquerosa. Yo a veces tengo estas noches de insomnio del malo, que te deja despierto hasta que a las doce de la mañana estás totalmente desubicado, que no sabes si toca ir a comer o qué… Pero el proceso anterior a todo eso me parece muy bonito porque me surge mucha creatividad. De todas formas no hago los escritos de forma ordenada, suelen ser bocetos, y luego, otro día, los cojo sin ningún problema con toda la serenidad del mundo, para ir uniendo piezas y arreglando todo.

«DRO me pidió sacar el disco con ellos, pero prefería hacerlo con Maldito Records»

Y cuando estás parado te temen en casa, he leído por ahí.

Debo ser inaguantable cuando no tengo trabajo. Cinco días en mi casa tocándome los huevos… es que ni recuerdo cuándo lo hice por última vez. Mira, este verano pasado hubo una semana que no tenía bolos y nos fuimos cinco días a Lanzarote. Me llevé mi guitarra y toda la hostia, y mientras la socia estaba en la playa yo me metía en la habitación a tocar. Sonará feo, pero es que yo me siento mejor así.

Has sacado el disco con Maldito Records en lugar de con Dro, que es tu sello para Barricada. ¿La gente de Dro te pidió que lo sacaras con ellos?

Sí, me lo pidieron. Igual que lo de La Venganza de la Abuela les parecía una locura, esto les pareció…

Más goloso.

Sí, podría decirse así. Pero les dije que me apetecía hacerlo de esta manera, y lo entendieron.

En la última gira de Barricada, ¿ha funcionado siempre bien lo de dividir el concierto en dos partes? Siniestro Total os copiaron la idea y en algunos sitios la gente se quejaba de que tocasen tanto el último disco.

Sí, sí, también nos ha pasado, pero es que siempre habrá gente que se aburra, aunque toques 3 horas de clásicos. A mí hasta me han gritado: “¡déjate de política!”. Ese día le contesté: “política será tu puta madre”, aunque al acabar la canción dije: “perdóname, tu madre será buena persona, y posiblemente tú también”…

Alucino, si vuestro último disco es muy político… ¿¡qué esperaba!? A lo mejor es que la gente ya se está quemando demasiado y sólo quiere evadirse un rato, ¿no?

A veces, cuando quieres evadirte de todo es cuando caes en lo más profundo de la estupidez, eso es lo más jodido. Porque la indiferencia se convierte en una atributo más de tu personalidad y eso es estúpido. Si no trabajas un poco para frenar la absorción de estupidez, te acaba dominando, y la sociedad se va haciendo cada vez más enferma y débil.

Esto daría para horas, pero hay que terminar… ¿En la gira, daréis coba al primer disco de Txarrena?

Y tanto, tocaremos las 12, menos una que es bastante “camellera”, más las 15 de este nuevo disco. Además tengo ya 7 canciones nuevas, y tocaremos una en algunos bolos. Y puede que yo cante “Sofokao” en solitario, porque le gusta a mi hija y porque me apetece.

Claro que sí, maestro… muchas gracias por tu tiempo.

Muchas gracias a ti, ¡aúpa esa web!