Los barceloneses llevan ya más de un año girando con “1999”, su trabajo más reciente, y esta última etapa del viaje no podría haber resultado mejor: tras llenar cuatro días seguidos la sala Joy Eslava de Madrid, sin contar con apenas publicidad, su siguiente parada será la Razzmatazz de Barcelona, el próximo día 25, y como guinda tocarán en Londres el 26 de marzo.
Con seis discos en su haber y un recopilatorio lanzado en 2010, Love of Lesbian viven su mejor momento. Santi Balmes, Julián Saldarriaga, Jordi Roig, Joan Ramon Planell y Oriol Bonet no quieren renunciar a las salas pequeñas donde mantienen la complicidad con el público y para eso no dudan en tocar cuatro días seguidos, en lugar de uno. Sus seguidores van a sus conciertos a emocionarse, sorprenderse y reírse con ellos a partes iguales y esa es una de las claves para que sus adeptos sean cada vez más numerosos.
–Desde la sólida posición que como grupo digamos alternativo mantenéis, ¿cómo recordáis vuestros primeros tiempos? ¿Qué tipo de expectativas teníais entonces y en qué medida ha respondido la realidad a las mismas?
Lo recordamos como una constante lucha de la cual sacamos unas cuantas conclusiones. ¿Expectativas? Al principio muchas, pero nos pusieron en vereda rápidamente. Luego, con el cambio idiomático hubo una segunda vida, como los gatos, con experiencias radicalmente distintas.
– ¿Echáis algo de menos de aquella primera época?
Supongo que la sensación de que todo estaba por hacer, de que todo era posible, la excitación de las primeras visitas a ciudades, y el conocernos como compañeros kilométricos.
– ¿Qué valor le dais, por ejemplo, a los conciertos con The Cure en 2000?
Aquello fue una inyección de esperanza. Robert Smith nos trató como un caballero. Ahora, visto con el tiempo, no puedo creer que aceptáramos telonearlos tal y como tocábamos por aquel entonces. Nos pudo la hormona de la fe.
–Habéis llegado a considerar un “error” el hecho de haber empezado componiendo en inglés, ¿pecados de juventud? ¿Cómo lo valoráis ahora?
Lo valoramos como una escuela de aciertos y errores a partir de la cual construimos algo más auténtico. Sin la primera parte de LOL no puede entenderse la segunda.
– Lo cierto es que desde que las letras son en castellano habéis ganado mucho en personalidad… LOL es ahora un grupo mucho más fácilmente reconocible…
Sí, eso está claro. El inglés escondía acaso lo más original de nuestro estilo, que no es otra cosa que las letras. Era como una coca cola sin burbujas o algo así. Luego mejoramos la marca. (Ríe)
– Sonar personales, diferentes, tener un sonido propio ¿es algo que buscáis? ¿Creéis que se trata de un valor que todo artista debe perseguir?
Es indudable que, si sueñas con ser recordado tienes que llegar al hemisferio emocional de las personas, tienes que ser honesto, porque en la medida que uses tu franqueza emocional, te vas convirtiendo en único, ya que hablamos de experiencias personales, individuales, pero curiosamente, transferibles.
– De un tiempo a esta parte da la sensación de que, también en los grupos pop, es importante cuidar las letras (cosa que quizá antes no pasaba tanto), ¿estás de acuerdo? Como fans, ¿os fijais en las letras de los grupos que os gustan? ¿Hay algún letrista que os guste particularmente?
Unos cuantos, desde la crudeza de Nudo Zurdo, a las florituras de Manolo García, o pasando por el mundo de Chinarro. Podría mencionar muchos más.
– El protagonismo de Santi en LOL es indudable, ¿cuál es el peso de cada uno en la banda? A veces da la sensación de que LOL es la “banda de acompañamiento” de Santi…
Esperemos que no sea así. Lo que sucede es que otros miembros realizan funciones un tanto discretas pero imprescindibles. Una banda puede equipararse a un equipo de fútbol y para que luzca el de arriba, hay que apretar desde todos los flancos del campo.
– En los últimos 5 ó 6 años habéis ido ganando cada vez más público y repercusión en los medios, ¿en qué medida afecta eso a la faceta artística del grupo? Más concretamente, ¿en qué medida os condicionaron las buenas críticas y el relativo éxito de “Maniobras…” y “Cuentos chinos…” a la hora de escribir y grabar “1999”?
Nos hicieron ganar confianza, pero tengo que decirte que lo que nos hizo sentir como un grupo real eran los blogs escritos por gente anónima. Entonces te das cuenta de que eres un grupo que puede llegar a trascender del nicho «grupo independiente con buenas críticas» a pasar a formar parte de la vida de unos cuantos muchos.
– Supongo que cuando uno compone trata de ser lo más natural posible, pero, ¿es posible evitar pensar en lo que espera el público o la crítica y que eso condicione ese trabajo?
Volvemos al tema de la honestidad. Está claro que hay presión, pero pensamos que el público no es tonto y percibe movimientos hechos bajo una intencionalidad claramente comercial. Así pues, me mantengo en la postura de componer pensando en lo que me gustaría escuchar a mí si un día encendiera la radio.
– Después de casi dos años, ¿cómo valoráis ahora “1999” y los resultados que ha tenido para vosotros? ¿Qué importancia dais a las críticas y en qué medida os afectan?
Hemos notado que no dependemos tanto de las críticas a favor de un boca a boca por parte del público. No dejo de olvidar que, de los tres discos en castellano, éste último ha sido el menos aceptado por la prensa, incluso hubo uno de ellos que me dijo «No vais a ganar ningún fan con 1999».
– Otro elemento destacable en LOL es el acento que ponéis en vuestros conciertos a la faceta más teatral, ¿lo consideráis un valor añadido?
Sí, aunque muchas veces no ha sido bien entendido. Nos han tildado de payasos. Algunos están llenos de prejuicios y no entienden nuestras auto-parodias. Es muy hispano el tema de la vergüenza ajena, en otros países apenas se comprende dicho concepto. Hay un curioso miedo al ridículo, es algo digno de estudio. Otra cosa que a veces me molesta es que algunos se quedan únicamente con la última parte de nuestro concierto.
– ¿Cuál es el próximo reto para un grupo de vuestras características? ¿Hay margen para seguir creciendo en popularidad o vuestra música siempre será “minoritaria”?
Pensamos que hay margen en ambos sentidos. La minoría cada vez es más abundante, y eso lo tenemos que agradecer a las redes sociales más que a los canales de toda la vida. Por otra parte, toda banda aspira a crecer, tanto artísticamente como en seguidores, de no ser así, al final llega la apatía y las deserciones. Creemos que en el futuro profundizaremos en nuestra parte más lírica y nos refinaremos ¡solamente un poquito, eh!
– ¿Estáis trabajando ya en un nuevo disco? ¿Podéis adelantar alguna pista?
Trabajamos con conceptos. Habrá azules, neón, noche y catarsis.
