Un montón de gente sin otra cosa mejor que hacer ha exigido al gobierno británico que extienda la denominación de patrimonio histórico -adjudicada a los estudios y el paso de cebra de Abbey Road- a la antigua casa de Ringo Starr. De esta manera, los seguidores de los Beatles quieren salvar el número 9 de la Madryn Street en Liverpool, situada en un barrio en el que el Ayuntamiento pretende demoler unas 445 propiedades para remodelar y renovar la zona. El caso es que parece que lo conseguirán, pues el mismísimo ministro de vivienda, Grant Shapps, se ha puesto de su parte escribiendo directamente al Ayuntamiento de Liverpool para pedir una prórroga a la demolición. «Cualquier proyecto de regeneración provoca grandes sentimientos. Pero cuando lo que mucha gente considera es un edificio culturalmente importante -como el lugar de nacimiento del batería de la banda más famosa del mundo- está en riesgo, los sentimientos van a ser mucho más fuertes», alega Shapps en su escrito. «Por ello, antes de que un bulldozer recorra Madryn Street, quiero asegurarme de que cada opción ha sido considerada», añade el ministro.
La beatlemanía conquista el Ministerio de Vivienda británico
